Esto es lo que hacen mal (y bien) los 'Supervivientes' de Telecinco según dos expertos en supervivencia extrema

  • Ignacio Ortega, instructor jefe de la Escuela Española de Supervivencia y Jaime Barrallo, cofundador y director de la Escuela Supervivencia deportiva de Madrid nos asesoran. 
Concursantes de 'Supervivientes 2022'.
Concursantes de 'Supervivientes 2022'.
Mediaset
Concursantes de 'Supervivientes 2022'.
Esto es lo que hacen mal (y bien) los 'Supervivientes' de Telecinco según dos expertos en supervivencia extrema
Wochit

No hay concurso más duro que Supervivientes, por más que algunos se empeñen en ver el reality de Telecinco como un camino de rosas. Es bien cierto que concursantes como Kiko Matamoros, Anabel Pantoja o Marta Peñate, entre otros, disfrutan de ciertas comodidades, pero también que duermen a la intemperie, que soportan el clima y que pasan hambre, como atestiguan los muchos kilos que pierden, además de realizar casi a diario exigentes pruebas físicas. 

Como en la isla en la que pasan sus días de concurso, en los Cayos Cochinos, en Honduras, no hay agua potable, cuentan siempre con una fuente de agua y líquido isotónico y además, tienen elementos de seguridad como crema solar, repelente de mosquitos y alguna provisión de leña, además de comida de dotación (unos gramos de arroz o legumbres por persona) y la que ganan en las pruebas. 

Aún así, los hay que se defienden peor y mejor en la cuestión de la supervivencia. Hacer fuego, mantenerlo, construir un refugio, pescar o mantener el cuerpo y la mente fuertes son algunas de las cosas que tienen que superar mientras tratan de no ser nominados.  

Pero, ¿lo hacen bien o mal? ¿Qué podrían mejorar? Hablamos con dos de los mayores expertos en superviviencia extrema, con décadas de experiencia, sobre las mejores soluciones a los problemas de los supervivientes de Mediaset. 

"Las cuatro patas de la de la supervivencia son agua, fuego, refugio y alimentación", hace ver Ignacio Ortega, instructor jefe de la Escuela Española de Supervivencia, con formación en los Cuerpos de Operaciones Especiales de la Legión Española, espeleólogo con más de 43 años de experiencia, especialista en supervivencia, cartografía, astronomía de posición, geología y deportes de aventura. 

"Una vez cubierto el suministro de agua, tenemos que protegernos también de la intemperie, tanto del sol como de una posible tormenta o lluvia", hace ver Ortega. 

A menudo los concursantes de Supervivientes optan por un refugio sencillo hecho con la lona que les provee la organización. "Los refugios lo que te van a quitar es sobre todo en el sol", que es "el principal problema de un náufrago en un sitio cálido". 

"Ahí tener una hipotermia es rarísimo, lo que es machaca a cualquier naufragado tropical es el posible agotamiento por calor", hace ver Jaime Barrallo, cofundador y director de la Escuela Supervivencia deportiva de Madrid (ESDM), autor de la obra Tened cuidado ahí fuera: Seguridad, Emergencia, Supervivencia en zonas templadas y experto en supervivencia con más de 200 expediciones desde 1987 realizadas a casi todos los lugares salvajes del planeta.

Barrallo explica que cuando se cae en un entorno hostil para la superviviencia lo primero que hay que conseguir es... lo que más falte. "Valoramos primero el ambiente geográfico y climático al que nos enfrentamos" y "qué es lo que amenaza más rápidamente nuestra vida". Teniendo agua y refugio, uno de los principales problemas de los concursantes del reality es la comida. 

Hace poco Nacho Palau cazó y se comió una tarántula en Supervivientes, aunque solo ingirió las patas, pues temía envenenarse. "Te puedes comer todo, porque los venenos son termolábiles [se destruyen con el calor]. La tienes que hacer al fuego, no puedes comértela cruda, pero por los pelos. Una vez echa te la puedes comer enterita", nos revela Jaime Barrallo.

Los concursantes de Supervivientes tienen sedal y tienen anzuelos. Su técnica para pescar suele ser la de meterse con las gafas de buceo al agua, flotar y acercar el cebo a algún pececillo para que pique, pero esto es, en opinión de los expertos, un innecesario gasto de energía. 

"Tenemos que optimizar los recursos y nuestra energía física, es un recurso que no podemos malgastar. Es mucho más económico y rentable, con un anzuelo y sedal desde una zona de roqueo, intentar pescar que lanzarse al agua a bucear", explica Ignacio Ortega. 

"El pescado cuando vea a la persona, se va", por lo que es más rentable "lo que se ha hecho de toda la vida, buscar un palo largo, colocarle el sedal con el anzuelo y la carnaza y ya", añade. 

Barrallo recuerda que durante la Segunda Guerra Mundial se les intruía a los pilotos para que si caían en una isla desierta "durmieran bastante y no hicieran esfuerzos y aquí se hace todo lo contrario. Aquí les ponemos a hacer el mono", dice son sorna el experto. 

El instructor recomienda para pescar, con los materiales y condiciones del reality, hacer un palangre, o lo que es lo mismo "dejar una línea de anzuelos y carnada suspendida con cuidado de que no se te vaya, bien fijada al fondo con un peso, y vuelves más tarde a ver si han picado". 

Otra de las dificultades con las que se encuentran los supervivientes es con la de hacer fuego. Además de hacer trampas de vez en cuando, los concursantes suelen usar la técnica de frotar un palo contra una tabla, haciendo taladro o incluso han intentado usar condones llenos de agua a modo de lupa. 

La forma más fácil de mantener el fuego encendido durante la noche es hacer uno "con suficiente entidad" y también hay algunos hongos que retienen las brasas mucho tiempo. Otras técnicas son meter brasas en un recipiente con musgo o con maderas podridas.

Ignacio Ortega hace ver que el fuego debe adaptarse al entorno, a los materiales disponibles y al clima. En este caso, quizá podrían usa un fuego Dakota, que es un tipo de fuego subterráneo, que se alimenta con poca cantidad de material. "En modo supervivencia, la escala de valores, la escala de responsabilidades que tenemos que asumir cuando estamos en una situación extrema es fundamental y si hay un equipo encargado del fuego, el fuego tiene que estar perfectamente vigilado las 24 horas", hace ver Ortega. El punto flaco de los Supervivientes de Honduras, que más de una vez se han quedado dormidos o han tenido broncas porque alguien dejó que el fuego se apagara. 

Y es que es otro punto flaco de los concursantes, a menudo divididos en grupos, peleados o separados por la organización: Para sobrevivir es necesario trabajar en equipo. "Hay que hacer grupos, unos se dedican a gestionar el agua, otros el fuego, otros el refugio y otros la alimentación, de manera que cuando al final del día nos reunimos, aunque yo he aportado agua, tengo fuego, refugio y alimentación y el resto de los compañeros lo mismo", expone Ortega. 

Pero ¿y cómo encendemos el fuego?  "En una costa tropical, salvo que se disponga de algo para concentrar los rayoso de sol, como el culo de una botella o bolsa de plástico, vidrio, una lente... lo más operativo es la frotación con arco y las mejores maderas son las que encontramos traídas por el mar, fuera de la linea de olas, ya que están cargadas de salitre", explica Barrallo. Ahí aciertan los concursantes, que suelen usar la técnica del arco, aunque es una técnica compleja que no siempre funciona. 

Más técnicas que aplicar en los Cayos Cochinos, esta vez para luchar contra los mosquitos. Más de una vez hemos visto a los concursantes auténticamente comidos por los insectos, con centenares de picaduras. 

¿Cómo luchamos contra ellos? "Los mosquitos, para empezar, tienen un horario. Es sobre todo al atardecer cuando salen y es cuando tenemos que preparar fuego que produzca bastante humo, quemando materiales verdes. Otra opción es usar parte de las cenizas que se producen en el fuego, mezcladas con un poquito de barro y untarnos eso sobre la piel", aconseja Ignacio Ortega.

Otro remedio natural, apunta Barrallo, es el aceite de coco, un elemento que en Supervivientes tienen de sobra. "Cociendo los cocos al sol, el aceite que sale y se unta en la piel y los repele, porque es una especie de grasa", dice el experto, que por supuesto, dependiendo del entorno, apunta a que también podrían usarse plantas.

Y hablando de estar untados en ceniza, aceite o plantas... ¿conviene lavarse? Las duchas son uno de los lujos más preciados y que más echan de menos en la isla de Telecinco. 

"Hay que mantener una disciplina del ser humano, por decirlo de alguna manera, no nos podemos dejar caer en la desidia y el aburrimiento", explica Ortega. Hay que lavarse y revisarse. "El mayor problema en supervivencia no son los animales grandes, son los animales pequeños, como la garrapata u otros parásitos", así que conviene que nosotros o un compañero nos revise lugares como los oídos o "la espalda donde no puedas llegar tú para que no haya ningún tipo de animal pequeño". 

Acabamos con el equilibrio entre estado físico y mental, que van unidos y se retroalimentan. "La mente condiciona el estado físico y al revés. Tenemos que prever eso para no encontrarnos en una situación extrema y tener que tomar decisiones sobre esa situación extrema", expone Ortega. 

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