Aceptan hasta tres años por gestionar varios narcopisos ocupados en los que distribuían cocaína, crack, heroína, hachís o marihuana

  • Este lunes se ha celebrado el juicio en la Audiencia de Barcelona.
  • Es una pieza separada de un caso aún mayor que juzga la totalidad del entramado criminal al que pertenecían los procesados, con más de 30 implicados.
Actuación conjunta de Mossos y Guàrdia Urbana de Barcelona contra un narcopiso que operaba en el Raval.
Actuación conjunta de Mossos y Guàrdia Urbana de Barcelona contra un narcopiso que operaba en el Raval.
MOSSOS D'ESQUADRA
Actuación conjunta de Mossos y Guàrdia Urbana de Barcelona contra un narcopiso que operaba en el Raval.

Un grupo de trece personas ha aceptado entre dos y tres años de prisión para cada uno por formar parte de una red violenta que gestionaba diversos narcopisos ocupados en el barrio barcelonés de Ciutat Vella, en los que distribuían cocaína, crack, heroína, MDMA, hachís o marihuana, entre otras drogas.

En el juicio, que se ha desarrollado este lunes en la Audiencia de Barcelona, los acusados han aceptado los hechos y han pactado las penas con la Fiscalía para resolver este caso, que es una pieza separada de un caso aún mayor que juzga la totalidad del entramado criminal al que pertenecían los procesados, con más de 30 implicados.

La red de narcos estuvo en marcha, como mínimo, entre los meses de febrero y octubre de 2018, según expone la Fiscalía en su escrito provisional.

Cómo se organizaban y gestionaban los narcopisos

La red contaba con tres niveles jerárquicos: los trabajadores, que se encargaban de que los pisos estuvieran operativos las 24 horas el día; los responsables de pisos, que controlaban a los trabajadores y la droga; y los jefes, que gestionaban los inmuebles ocupados, resolvían conflictos y recaudaban las ganancias.

La red también contaba con un colectivo de suministradores, sigue la Fiscalía, que eran "fundamentales" para conseguir la droga, cocinarla y llevarla a los puntos de venta o los narcopisos para que fuera consumida.

La organización criminal, indica el ministerio público, gestionaba dos tipos de narcopisos: en unos, únicamente vendían la droga que los clientes debían consumir fuera; mientras que, en otros, el consumo de las sustancias se debía hacer obligatoriamente dentro de los inmuebles.

Los jefes, detalla la Fiscalía, mantenían contacto continuo con el resto de los miembros del colectivo y, cuando hablaban por teléfono, utilizaban apodos para no ser reconocidos y eufemismos para referirse a la droga.

El escrito de la Fiscalía pone como ejemplo que, para referirse a la cocaína, decían palabras como "blanca" o "cocacola"; al crack se referían como "duro", "tronchi" o "cronchi"; y, a la heroína, "marrón", "cerveza", "café" o "tostada".

Los Mossos d'Esquadra desmantelaron el grupo criminal el 24 de octubre de 2018, en un operativo con entradas y registros simultáneos en cinco inmuebles ocupados de Ciutat Vella.

En esos registros, detalla la Fiscalía en su escrito provisional, los agentes decomisaron, entre otros materiales, bolsas con diversas drogas, jeringuillas sin usar para el consumo de heroína, relojes de lujo, multitud de teléfonos móviles, dinero en metálico y una pistola de munición real.

La Fiscalía concluye que los trece acusados, aunque tenían asignadas funciones de diferentes rangos dentro de la organización, son igualmente responsables de todos los delitos que les achaca porque, según argumenta, todos estaban coordinados para el objetivo final de lucrarse con esas actividades de narcotráfico.

Por eso, en un inicio, pedía para todos ellos siete años de cárcel y 10.000 euros de multa por un delito contra la salud pública y otra de pertenencia a un grupo criminal, además de un año y medio adicional para uno de ellos, por tenencia de armas prohibidas.

Sin embargo, con el acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y las defensas, las penas se han rebajado a tres años de prisión para seis de los procesados y a dos años para los siete restantes.

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