Francisco Rivera Ordoñez se ha abierto en canal este sábado como nunca antes lo había hecho, pues, sentado junto a Toñi Moreno en el plató de Déjate querer, ha hablado sin tapujos de su infancia y ha recordado a sus padres, Paquirri y Carmen Ordoñez.

El extorero ha afirmado que guarda "recuerdos muy bonitos" de su niñez cuando sus progenitores aún estaban casados, como los viajes a Latinoamérica para ver torear a su padre. "Era otra época", ha dicho recordándolo antes de repasar la historia de amor del diestro y la modelo, que "se conocieron en el campo" y pasaron por el altar cuando ella aún "era una niña", con solo 17 años, recoge Telecinco en su página web.

Solo un año después de la boda nació Francisco, cuando Carmina tenía 18 años. A pesar de su juventud, y de que jugase con él a "vestirme y desvestirme" con ropas de todos los colores y tuviese que ser la tata Elena la que "ponía orden", "a mí la que me ha criado se llama Carmen Ordoñez", ha dejado claro.

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En este sentido, ha reconocido que su madre era una mujer muy libre a la que le encantaba pasárselo bien, pero se preocupaba de que sus hijos no viviesen ese aspecto de su vida. Recordaba de esta manera una anécdota en la que de niño entró al dormitorio de su madre para darle un beso antes de irse al colegio pensando que esta aún dormía, aunque en realidad ocultaba bajo las sábanas su atuendo de fiesta y a sus acompañantes en los armarios hasta que él y su hermano abandonaban la casa.

Se ha atrevido también a abordar la adicción a las drogas que se llevó a su madre demasiado pronto y cómo se sentía con ella cuando murió. "Estuve tiempo enfadado", ha admitido, pero llegó un momento en el que entendió que lo que le pasaba a su madre "era una enfermedad" que puede llegar a "destruir familias". "Hace mucho daño a todos los que están alrededor, porque ves que se está autodestruyendo", ha explicado.

Rivera ha querido destacar la figura de Carmen Ordoñez en su vida, porque "tiró de su casa para adelante sin ayuda de nadie toda su vida, a su forma, buscándose la vida como ella podía", y ha subrayado que gracias a ella "en mi casa nunca faltó nada".

La muerte de su padre

El extorero también ha tratado la muerte de su padre. Tenía 10 años cuando Paquirri recibió esa fatídica cornada que le quitó la vida. "Eso fue una putada grande", ha asegurado, antes de recibir de manos de Toñi Moreno el cartel original y una cinta de vídeo de una de las corridas de su padre.

"Me ha faltado conocerlo de hombre", señalaba, puesto que falleció cuando "era muy pequeño" y "me falta información". Por eso, siempre pregunta a quiénes lo conocieron cómo era, ha contado con la voz entre cortada conteniendo las lágrimas.

Sobre si cree que su padre estaría orgulloso de él, Rivera ha reconocido que es "de las poquitas preguntas que me pueden dejar sin dormir, si estaría orgulloso de mí como torero y como hombre".

Su relación con Eugenia Martínez de Irujo

Rivera también ha visto un vídeo con el que ha podido repasar todos los aspectos de su vida. "Me gustaría hacer un recorrido por quién es Francisco Rivera Ordoñez", le ha dicho la presentadora para darle paso. Así, ha rememorado su boda con Eugenia Martínez de Irujo y la gran relación que mantienen a pesar de su separación apenas cuatro años después de casarse.

En este sentido, ha señalado que "el punto de unión es Cayetana", la hija que tienen en común, ya que ambos han querido siempre priorizar la "felicidad tan grande" que la pequeña mostraba en los momentos en los que sus progenitores se llevaban bien.