Liberan a dos personas obligadas a ejercer la mendicidad en las calles de Barcelona por un clan familiar

  • Las víctimas fueron captadas en su país de origen y obtenían unos 100 euros diarios para el clan que les explotaba.
Dos personas sin hogar duermen en un cajero automático en Barcelona.
Dos personas sin hogar duermen en un cajero automático en Barcelona.
GTRES
Dos personas sin hogar duermen en un cajero automático en Barcelona.
Los Mossos d'Esquadra y la Guàrdia Urbana de Barcelona han conseguido liberar a dos personas que estaban siendo obligadas a ejercer la mendicidad en las calles de la capital catalana.
Atlas

Los Mossos d'Esquadra y la Guàrdia Urbana de Barcelona han conseguido liberar a dos personas que estaban siendo obligadas a ejercer la mendicidad en las calles de la capital catalana y que estaban siendo explotadas por parte de un clan familiar de origen rumano que se quedaba con la recaudación que obtenía, unos 100 euros diarios de media, y que les tenían viviendo en condiciones infrahumanas. 

Mossos y Urbana han arrestado a dos personas, miembros del presunto grupo explotador, un hombre y una mujer, el pasado martes 7 de junio. El grupo de Tráfico de Seres Humanos de los Mossos y la Unitat d'Investigació de la Urbana consiguieron liberar a los dos víctimas, que eran trasladadas hasta Barcelona por sus captores, en ocasiones, dentro de los maleteros de vehículos gestionados por el clan. 

Los dos mendigos, ambos varones, fueron trasladados para una primera inspección médica y psicosocial hasta el Centre d'Urgències i Emergències Socials de Barcelona (CUESB) y en estos momentos están siendo atendidos por una unidad multidisciplinar especializada en víctimas de tráfico de personas. 

La investigación arrancó el pasado mes de noviembre de 2021 cuando las autoridades policiales tuvieron constancia de la presencia diaria de dos hombres en un estado deplorable que pedían limosna por las calles del distrito de Sants-Montjuïc. Solían apostarse junto a semáforos en rojo para pedir dinero a los conductores parados. 

Los agentes realizaron labores de seguimiento de estas dos personas para averiguar si estaban siendo coaccionadas para ejercer la mendicidad por parte de terceros. 

Este grupo organizado captaba a sus víctimas en sus país de origen, Rumanía, donde normalmente vivían con severas privaciones económicas y bajo un alto grado de vulnerabilidad. Priorizaban a personas con discapacidades físicas, que suelen recaudar más dinero pidiendo en la calle. Una vez que eran localizadas en su país, les hacían falsas promesas laborales en Cataluña que no se cumplían en el destino. Por contra, eran obligadas a ejercer la mendicidad. 

Los líderes del clan familiar, formado por unas 10 personas en su mayoría con antecedentes delictivos por robos con fuerza, les sometían diariamente a exhaustivos registros para asegurarse que no se quedaban con parte de la recaudación y les hacían vivir en un descampado en el que dormían sobre un colchón, aunque el tiempo fuera malo. Los explotadores dormían en una tienda de campaña. 

Les vigilaban mientras pedían en los semáforos para asegurarse de que no pudieran escapar o pedir ayuda y se cercioraban de que solo hablaran rumano para tenerlos completamente bajo su control. Los dos detenidos enviaban periódicamente el dinero conseguido con la mendicidad a su país de origen. 

Otro caso similar en 2018 

En 2018, los mismos grupos policiales liberaron a otro hombre de edad avanzada que vivía en la calle en una situación muy precaria y a quien sus captores le habían retirado la documentación y le obligaban a pedir en la calle Gran de Gràcia durante todo el día. La víctima conseguía altas recaudaciones de dinero, entre los 300 y los 500 euros por jornada, que entregaba íntegramente a sus explotadores. 

Se identificaron a tres miembros de un clan familiar que captaban, trasladaban y explotaban al hombre. Dos de ellos consiguieron escapar y meses más tarde consiguieron arrestarlos en sus países y extraditarlos a España. La Audiencia de Barcelona condenó recientemente a dos de los detenidos a penas de 10 y 16 años de prisión, respectivamente, por los delitos de tráfico de seres humanos con la finalidad de explotación obligándolos a mendigar. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento