El Primavera Sound pretende mantener la doble sede Barcelona-Madrid hasta 2027

El ya clásico letrero luminoso del Primavera Sound.
El ya clásico letrero luminoso del Primavera Sound.
ACN
El ya clásico letrero luminoso del Primavera Sound.

La edición más multitudinaria del Primavera Sound Barcelona, que finalizará este domingo con medio millón de asistentes a lo largo de doce días, no volverá a repetir este formato e iniciará a partir del 2023 una nueva etapa con dos sedes, Barcelona y Madrid, que espera consolidar durante los próximos cinco años.

Gabi Ruiz, codirector del Primavera Sound, ha anunciado este sábado en rueda de prensa que el festival firmará la semana que viene un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para quedarse en la ciudad hasta el 2027, en el formato anterior a la pandemia de un solo fin de semana en el Parc del Fòrum.

El segundo fin de semana, que este año se ha celebrado en Barcelona, se trasladará en 2023 a Madrid, tal como ya se anunció, y la intención de los organizadores es que este modelo continúe.

"Nuestra voluntad es quedarnos para siempre en Madrid, a no ser que nos echen", ha dicho medio en broma Gabi, que ha insistido en lo bien que han recibido las administraciones madrileñas al festival y las muchas posibilidades que tiene la Ciudad del Rock de Arganda del Rey (Madrid), que ha sido diseñada específicamente para acoger festivales.

Circunstancia que no se da en Barcelona, donde el Primavera Sound ha tenido constantes enfrentamientos con el Ayuntamiento de Barcelona desde que anunció su intención de repetir en 2023 el modelo de este año, dos fines de semana en el Parc del Forum y doce días en total.

El Parc del Fòrum es un espacio situado dentro de la ciudad de Barcelona y rodeado de vecinos que han anunciado querellas contra el festival por las molestias que les ocasiona.

Además, este año el festival ha tenido problemas de aforo y organizativos, con largas colas y aglomeraciones, especialmente el primer día en el Parc del Fòrum

Precisamente ese día, el jueves 2 de junio, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, visitó el festival y "se mostró muy implicada y muy dispuesta a solucionar todos los problemas", según Ruiz.

Los problemas que hasta ahora ponían en peligro la continuidad del festival en Barcelona son las fechas, que los organizadores piden que sea la primera semana de junio, el tiempo de montaje, que necesitan que se prolongue una semana más, la zona de Sant Adrià, que quieren ampliar, y la interlocución con el Parc del Fòrum, que está gestionado por tres administraciones.

"La alcaldesa nos ha asegurado que todo esto se va a solucionar y yo confío en ella —ha dicho Ruiz—, así que puedo confirmar que la semana que viene firmaremos un contrato hasta 2027".

La alcaldesa nos ha asegurado que todo esto se va a solucionar y yo confío en ella, así que puedo confirmar que la semana que viene firmaremos un contrato hasta 2027

Respecto a los problemas organizativos que el festival ha sufrido este año, Ruiz ha explicado que las largas colas del primer día en las barras y las zonas de comida se debieron a que "se cayó el internet por falta de tiempo para tenerlo todo preparado", por eso considera esencial disponer de una semana más para el montaje.

Las aglomeraciones

En cuanto a las aglomeraciones, ha reconocido que la zona de Barcelona ha acogido más gente de la inicialmente prevista porque su intención era que el área de Sant Adrià fuera más grande pero, "en el último momento", el ayuntamiento de esta ciudad, que linda con Barcelona, denegó el permiso que el festival había pedido para acoger a 30.000 personas en la zona de la playa, y sólo les concedió 15.000.

"Eso supuso que tuviéramos que sacar escenarios grandes de Sant Adrià y ponerlos en el otro lado, lo que ha sobrecargado el Fòrum", ha explicado Ruiz.

No obstante, Ruiz ha eludido la autocrítica, y ha asegurado que "se superaron las dificultades del primer día rápidamente" y después "todo ha funcionado bien", por lo que cree que el modelo de dos fines de semana en Barcelona "se podría haber consolidado".

Aparcado ya definitivamente este modelo de doce días, el festival está ya trabajando en la preparación de la edición de 2023 con doble sede y espera poder conseguir que el aforo sea igual en Barcelona que en Madrid.

Una intención que, teniendo en cuenta que en la Ciudad de Rock caben 110.000 personas, supone ampliar el recinto de Barcelona, que este año ha alcanzado su récord de público con una media de 80.000 personas cada día, que han disfrutado de un cartel de lujo, con grandes estrellas como Nick Cave, Gorillaz, Dua Lipa, The Strokes y unas 500 bandas más.

El festival ha tenido un impacto total de 349 millones de euros. El primer fin de semana se registraron un total de 200.000 personas, mientras que en el segundo han asistido unas 240.000, con una media de 80.000 personas al día excepto el primer jueves, cuando asistieron unas 66.000, y entre el público hay asistentes de 139 países.

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