Ambos publicaban la misma fotografía de enamorados en la que se miran tiernamente a los ojos y van vestidos con sus mejores galas. Pero sobre todo en la fotografía destacaba un complemente: el anillo de compromiso. Después de algo más de tres años juntos (comenzaron en la primavera de 2019), Durek Verrett y la princesa Marta Luisa de Noruega han dado el paso y van a casarse, de ahí la importancia de una presea que simbolizase lo que ha supuesto para ellos este tiempo.

El chamán californiano le pidió hace unos meses la mano de su hija a los reyes escandinavos, Harald y Sonia de Noruega, y tras recibir su beneplácito se ponía manos a la obra para confeccionar una joya que constatase su amor por ella. Como él mismo escribió cuando anunció que había "dicho que sí": "Cuando lo sabes, lo sabes. No hay nada comprable a tener claro como hombre que la mujer que está frente a ti es la indicada".

El guía espiritual se puso por tanto a trabajar codo con codo con la diseñadora de joyas Joy Sangalang Smith, fundadora de la exitosa firma Communion by Joy. Y ambos tuvieron claro que el centro de la misma había de ser una esmeralda brasileña de 3,5 quilates.

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La razón es sencilla: se trata de una piedra preciosa que simboliza el amor incondicional, la fuerza y la resiliencia del corazón ante cualquier acometida de la vida, algo que conoce muy bien por lo polémica que ha sido su relación desde el principio. Además, es un homenaje a la reina Sonia, una apasionada de las esmeraldas. También por ello, por esa resistencia, la esmeralda va engarzada en un halo de 19 diamantes.

De todos ellos, cuatro son de talla triangular o trillion y representan los cuatro elementos, básicos en la concepción vital del chamán: fuego, tierra, agua y aire. Del resto de diamantes, tres de ellos representan a Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah, las tres hijas que la princesa tuvo con su anterior marido, el escritor Ari Behn, quien acabaría suicidándose a finales de 2019.

Los otros doce adicionales funcionan como escudo y están diseñados para proteger el sagrado vínculo del amor que hay entre ellos. Además, a cada lado del anillo hay un infinito, que en el simbolismo nórdico representa la unión de dos seres que quieren estar juntos de manera eviterna, así como lajoya presenta un nudo de amor tallado bajo la parte inferior del anillo. Lo único, eso sí, es que no ha trascendido el precio.