Cuál es el ser vivo que no necesita ni machos ni sexo para procrear

El bosque de la Alhambra es una zona arbolada repleta de vegetación, fuentes, acequias y plazas ubicado junto al Monumento Nacional granadino. Varios caminos peatonales lo recorren y nos conducen a lugares bajo la sombra donde descansar y tomar el fresco.
El bosque de la Alhambra es una zona arbolada repleta de vegetación, fuentes, acequias y plazas ubicado junto al Monumento Nacional granadino. Varios caminos peatonales lo recorren y nos conducen a lugares bajo la sombra donde descansar y tomar el fresco.
TONO BALAGUER / iStock
El bosque de la Alhambra es una zona arbolada repleta de vegetación, fuentes, acequias y plazas ubicado junto al Monumento Nacional granadino. Varios caminos peatonales lo recorren y nos conducen a lugares bajo la sombra donde descansar y tomar el fresco.

La mayoría de las especies de animales se reproducen gracias a la procreación entre una hembra y un macho, aunque hay algunas expresiones, como la que tiene que ver con una especie concreta de saltamontes. 

Se trata de una especie australiana de este tipo de insecto, que "renunció" al sexo hace unos 250.000 años y su evolución hizo que se reproduzca solamente mediante la clonación, tal y como publica un estudio científico en la revista Science.

Este insecto, cuyo ejemplares son siempre femeninos y conocido como Warramaba Virgo, habita en zonas áridas del sur de Australia y es una rara especie "partenogenética" debido a que sus óvulos pueden convertirse en embriones sin la necesidad de ser fecundado por espermatozoides.

Gran coste de energía y riesgo de los depredadores

La "renuncia" al sexo en las especies partenogenéticas -como el saltamontes Warramaba virgo- se vincula al gran coste de energía durante el apareamiento y el riesgo a ser devorados por sus depredadores, apunta el biólogo Michael Kearney, el autor principal del estudio junto a su compañero Ary Hoffmann, ambos de la Universidad de Melbourne.

"La eliminación de los machos elimina estos riesgos", precisaron Kearney y Hoffman en el artículo publicado hoy por la Universidad de Melbourne y la revista The Conversation.

Los autores de este estudio, que analizaron más de 1.500 marcadores moleculares, también apuntaron que el origen de las Warramaba Virgo se debe a un híbrido producido hace miles de años entre dos especies sexuales de saltamontes autóctonos, la Warramaba Whitei y la Warramaba Flavolineata.

"Solo un apareamiento híbrido entre Whitei y Flavolineata fue el responsable de producir Virgo en primer lugar, hace unos 250.000 de años, una estimación que basamos en el número y la naturaleza de las mutaciones que se habían acumulado en la especie partenogenética", de acuerdo al estudio.

Sin embargo, el sexo sirve para "recombinar" los genes, por lo que la ausencia del proceso sexual puede provocar una acumulación de malas mutaciones genéticas e impide que las especies partenogenéticas puedan adaptarse a un medio ambiente cambiante así como a la presencia de nuevos parásitos.

Esta especie carece de algunas ventajas

La Warramaba Virgo por ejemplo carece de algunas ventajas de sus antecesoras como la tolerancia al calor y al frío, el número menor de huevos que ponen, el tamaño de sus huevos, el tiempo que tardan en madurar y la duración de su vida, recoge el estudio.

Sin embargo, este saltamontes crece proporcionalmente más rápido que otras especies similares que se reproducen sexualmente, debido a que todo su población es hembra.

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