La decisión comenzó hace mucho tiempo, pero ahora presenta otro cariz.  Sobre todo a raíz de los recientes acontecimientos en torno a su figura. Que Johnny Depp se quiera desprender del último recuerdo que podía compartir con Amber Heard es casi el único The End posible a una historia que solo se podrá ver con perspectiva dentro de un tiempo. Ese recuerdo no es ni más ni menos que una propiedad.

El actor de Piratas del Caribe, Eduardo Manostijeras o Descubriendo Nunca Jamás comenzó a deshacerse de los cinco áticos interconectados entre sí que poseía en la torre Eastern Columbia de la ciudad de Los Ángeles, en California, nada más iniciarse el proceso legal que ha terminado este 2022. Aquello ocurrió cuando Heard solicitó el divorcio en mayo de 2016 alegando violencia física y verbal.

El intérprete dividió los apartamentos y los fue vendiendo durante este tiempo de manera individual, siendo su idea recibir por el conjunto de los cinco cerca de 13 millones de dólares. Sin embargo, solo había vendido cuatro hasta ahora y aún quedaba la última de las viviendas, el supuesto espacio central en el que convivió la entonces pareja en el escaso año de matrimonio que vivieron.

No había podido sacarlo a la venta hasta ahora y en cuanto se ha abierto la veda, Depp no ha dudado en ponerle precio, 1.765.000 dólares, aunque debido al mediático juicio, ya que en ese lugar sucedieron varias de las escenas que ambos han relatado y rememorado ante el jurado, el montante podría ser bastante superior, tal y como informan desde el New York Post. El inmueble consta de dos plantas y, en total, tiene 165 metros cuadrados.

A pesar de no ser demasiadas y de constar solo de un dormitorio -donde presumiblemente ocurrió el incidente de la mierda en la cama- y de dos cuartos de baño, algo escaso para las propiedades de las estrellas de Hollywood, el ático cuenta con las más exquisitas comodidades, así como está ubicado en uno de los edificios considerados ejemplares de la arquitectura art decó en la ciudad.