Cerca de 5.000 madrileños están cerca de conseguir una de sus reivindicaciones más históricas: que el Ayuntamiento reabra la calle que se cortó en 2007 y acabó por "matar al barrio". Este miércoles, el delegado de Urbanismo, Mariano Fuentes, se ha comprometido a dar prioridad a la conexión entre la glorieta de Ricote y la de Isaac Rabin, dentro del proyecto de regeneración urbana de Joaquín Lorenzo, que aprobó el Pleno de Cibeles el pasado mes de febrero y cuyas obras se iniciarán en pocos meses.

"La prioridad no es la construcción de más viviendas, que lo es, no es generar más dotaciones para el barrio de Peñagrande, que lo es, ni más zonas verdes, que lo es, sino atender a una demanda vecinal que es la conexión del barrio con la rotonda Isaac Rabin", ha señalado el delegado en la presentación del proyecto que incluirá la construcción de unas 300 viviendas.

Los residentes de Peñagrande ya conocían que la reapertura de la vía que da conexión directa con la M-30 está contemplado en el proyecto de reurbanización que llevará a cabo, en su mayor parte, la empresa Neinor. Sin embargo, lo que venían exigiendo al Ayuntamiento que se abriera de forma inmediata. Es decir, al comienzo de las obras de ejecución de la urbanización de la zona, de modo que no sea necesario retrasar varios años nuevamente su apertura.

Una reivindicación que se sustenta en una década de retrasos del proyecto y la experiencia de la parcela contigua, pues en la APR 08.01 de Cantalejos, si bien se comenzó a trabajar en la adecuación de las calles, estas no se recepcionaron hasta que finalizaron las viviendas. El equipo de Begoña Villacís promete no caer en el mismo error en Joaquín Lorenzo.

La calle se hará "de manera inmediata". Y, para ello, se ha dividido el proyecto en dos fases que se ejecutarán de forma simultánea, pero tendrán vidas aparte. La primera incluirá la creación de la calle, que se abrirá en el primer trimestre de 2023 y, la segunda, abarcará la urbanización y edificación. De este modo, este mismo año empezará la obra de la calle y, también, la edificación de las futuras viviendas, las cuales 275 se destinará íntegramente al alquiler y solo 35 serán protegidas y en régimen de venta. 

También se crearán dos grandes zonas verdes de más de 25.000 metros cuadrados. "Una gran zona verde donde se integrará el antiguo arroyo que quedó afectado por la construcción de la M-30, ya que se quiere mantener su recuerdo en este proyecto", ha indicado Fuentes, que ha recordado también que, "gracias a la nueva Ordenanza de Licencias y Declaraciones Responsables, que entra en vigor el 15 de junio, se agilizarán mucho los plazos".

El embrollo del baipás

Los vecinos han ganado solo una batalla. Pues su segunda exigencia aún está en el aire y tendrá que pasar por el visto bueno de los técnicos municipales. Se trata de un baipás de doble sentido para descongestionar la rotonda. Sin embargo, como ya apuntó el área de Obras a este medio y ha recordado esta mañana el delegado de Urbanismo, "la propuesta afecta al planeamiento urbanístico porque supondría eliminar una zona verde para generar una vía pública. Eso requiere un instrumento de planeamiento y está siendo estudiada por los servicios técnicos".

De nuevo, una respuesta que ya conocían los vecinos. Lo que no esperaban los portavoces de las asociaciones del barrio que se han acercado a la presentación del proyecto era escuchar un nuevo argumento contrario a su propuesta. "Ahora nos han explicado que precisamente lo que quieren evitar son los flujos directos hacia la M-30, que es lo que nosotros queremos", lamenta Jesús Ángel Puerta, que ve un nuevo embrollo a la que para él sería la solución a las congestiones de tráfico.