No jugárselo todo a una sola carta: el plan del Gobierno para modificar la tarifa regulada de la luz en línea con el sistema de Portugal

  • En lugar de estar vinculada al 100% a las subastas diarias y horarias, tendrá también subastas mensuales y anuales.
  • ​Los expertos advierten de que el nuevo sistema no significará necesariamente una factura más barata.
  • La Comisión Europea ha puesto como condición a España para limitar el precio del gas que reforme la tarifa PVPC.
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, este viernes en Moncloa.
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, este viernes en Moncloa.
EP
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, este viernes en Moncloa.

El Gobierno preparará en los próximos meses un cambio en la factura de la luz de mercado regulado, de la tarifa PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) que tienen el 40% de los hogares españoles que, en esencia, supondrá que el precio de la luz no dependerá totalmente de la situación del mercado cada día y cada hora como ocurre ahora. En su lugar, se tratará de amortiguar el elevado precio que marca a día de hoy  incluyendo también compras de energía en subastas a medio plazo, de meses o de un año. 

El Ministerio de Transición Ecológica se está fijando para ello en Portugal, para dar con una fórmula de compra de energía para generar electricidad que, no obstante, los expertos advierten de que no será la panacea porque nada asegura que dentro de meses o años vaya a ser más barata. También hace falta un "cambio de mentalidad" en los consumidores, que han de entender que en contextos complicados como los actuales será difícil que la luz sea barata.

El Gobierno ya intentó una reforma del mercado regulado en 2021, pero la abandonó. Según fuentes gubernamentales, debido a las "diferentes posturas" del sector que quedaron plasmadas en la consulta pública que se llegó a abrir o a que, de todos modos, no había suficiente "liquidez" en el mercado, es decir, suficientes vendedores dispuestos a vender energía a un plazo distinto al diario. Fuentes del sector, sin embargo, apuntan a otro motivo, más vinculado con el coste político que en aquel momento, con el precio de energía por los suelos después de la pandemia y antes de que empezaran a subir, habría tenido introducir un cambio que a ciencia cierta habría supuesto una factura más cara para casi la mitad de las familias.

En cualquier caso, la reforma deberá hacerse porque es la condición que ha puesto la Comisión Europea a España para autorizar la limitación del gas a una media de 48,8 euros MWh en los doce próximos meses. Esto rebajará en un tercio la rebaja de la luz, pero es temporal y Bruselas conmina a España a desprenderse de su mercado regulado tal y como está configurado. 

"Una de las condiciones para la aprobación del mecanismo por parte de la Comisión Europea es la reforma del actual PVPC", dice el decreto-ley que aprobó el Consejo de Ministros la semana pasada para limitar el precio del gas, "una medida extraordinaria mientras se realiza esta reforma y entra en vigor de forma efectiva, lo que no es inmediato".

El decreto esboza un plan que debería estar listo en octubre y empezar a funcionar en 2023 y para el que fuentes del Gobierno afirman que se seguirá el ejemplo portugués. La modificación, apunta el decreto, afectará a la "metodología de cálculo" de la tarifa PVPC "para introducir una referencia a los precios de los mercados a plazo, incorporando una componente de precio basada en una cesta de productos a plazo y del merado diario e intradiario".

Variación horaria del precio de la energía en España el 20 de mayo de 2022.
Variación horaria del precio de la energía en España el 20 de mayo de 2022.
Clara Pinar Cotarelo

En esencia, se tratará de pasar de un sistema que hoy determina cuánto cuesta la luz a cada hora del día en función de 24 subastas realizadas el día anterior por otro que combine estas subastas diarias de energía -el 'spot'- con otras a plazo medio, mensual, trimestral o anual. Con todo ello, se calculará de forma ponderada el precio medio anual que costará la luz en el año siguiente -2023 en el estreno español, se supone- y será el que paguen los consumidores con tarifa regulada a lo largo de los siguientes 12 meses, en un sistema que también es muy parecido a lo que ocurre con el mercado liberalizado, en el que los clientes firman con las comercializadoras un precio fijo durante un año.

"Si montas una cesta de la compra con las mismas materias primas compradas en distintos momentos, lo que haces es quitar el peso del spot [el mercado diario]", explica Joaquín Giráldez, socio de la consultora de mercado eléctrico Ingebau, sobre un marcador diario y horario disparado en los últimos meses. Supone "no poner todo al rojo o al negro", añade, en alusión al mercado diario de ahora y a las subastas trimestrales que se hicieron hasta 2013. 

Giráldez critica que el Gobierno se haya entretenido durante años en pretender cambiar el sistema energético europeo en lugar de reformar algo que cree que está más en sus manos, que es la tarifa regulada. Para el CEO de Aleasoft, Antonio Delgado, ha habido cierto "paternalismo" en mantener la tarifa regulada.

Sistema portugués

De este modo, el precio de la electricidad no dependería solo del mercado actual, sino también del futuro, en distintos momentos -meses o años después- en los que los precios variarán, al alza o a la baja. Una vez determinado de esta forma el precio para el año siguiente, si el Gobierno finalmente establece un sistema como el de Portugal desplegaría un sistema de fijación del precio mensual durante todo el año que en el caso portugués tiene cuatro fechas clave: el 31 de marzo de cada año, cuando el regulador de servicios energéticos (ERSE) presenta la propuesta de tarifa  y precios para el "año-gas" que empieza en octubre; el 30 de abril, cuando ERSE tiene luz verde del Consejo Tarifario; el 1 de junio, cuando se aprueban los precios y tarifas, y el 1 de octubre, cuando entran en vigor para todo el año siguiente.

Fases de la fijación de precios de la luz en Portugal.
Fases de la fijación de precios de la luz en Portugal.
Entidade Reguladora dos Serviçios Enertéticos (ERSE)

De acuerdo con este sistema y al informe de ERSE de diciembre de 2021, a los consumidores portugueses del mercado regulado -solo un 5% del total, 915.000 clientes, frente al 40% de los hogares españoles- y los que están en el mercado libre pero optan por una tarifa equiparada la tarifa de la luz les subió un 0,2% en 2022 con respecto a 2021 pero fue un 3,4% menor comparando diciembre de 2021 y enero de 2022, dos meses en los que el mercado diario estuvo caro y aquejado igualmente por la incertidumbre por la guerra en Ucrania.

Cambio de mentalidad

"En Portugal tienen una estabilidad de un horizonte de un año, se fija el precio en función de lo que ha pasado en el mercado diario y de lo que se está haciendo en el mercado futuro, tiene un año de vigencia", apunta Delgado, cuya empresa, Aleasoft, lleva 20 años haciendo previsiones para el mercado de la electricidad en toda Europa. 

Fruto de esta experiencia, afirma con rotundidad que "hay que hacer contratos a largo plazo" y le parece demasiado poco un plazo de un año. Mejor, dice, a cinco, y establece un símil con las inversiones. "Cuando alguien tiene un pequeño ahorro no puede comprar una acción que puede subir o bajar", sino ponerlo en un "fondo de inversión", que "va mejor que jugárselo todo a una acción".

En este sentido, el plan del Gobierno para cambiar la tarifa regulada es dejar de fiarlo todo al mercado diario -estable hasta 2020 en 40-50 euros MWh, que se desplomó en pandemia y en marzo pasado superó los 500 euros-, para pasar a combinar el riesgo con compras a meses y años vista.

Sin embargo, un cambio del sistema de fijación del precio de la energía no significa necesariamente que vaya a ser menor si se hace en función de lo que costarán mañana el gas y otras fuentes de energía y no hoy. Más en la actual situación, en la que, superada la pandemia, la guerra de Ucrania ha introducido un nuevo elemento de incertidumbre. 

"Hay que pensar que lo que ha subido puede bajar, se puede derrumbar el mercado", advierte Delgado de una situación que ya se vio durante la pandemia. Entonces, el precio de la luz derrumbó al umbral de 20 euros MWh debido al parón de la actividad, de modo que quienes firmaran contratos a un año negociados meses antes y pronosticando un precio más alto se encontraron con que estaban pagando más lo que pagaban los del mercado diario que hasta ahora marca la tarifa regulada. Y a la inversa. 

Otro de los problemas que apuntan tanto Delgado como Giráldez es que, independientemente de la reforma que haga el Gobierno, nada más que la producción interna de renovables puede asegurar un precio asequible de la energía, particularmente del gas, la más cara. Dependerá del precio que pongan quienes vendan y dudan de que, hoy por hoy, un consumidor que pasa del mercado regulado al liberalizado o, dentro del regulado, del sistema actual al que prepara el Gobierno tenga la templanza necesaria para no considerarse "estafado" si resulta que el precio de futuro es más caro que el actual.

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