Una crisis existencial obligó a Francisco del Cid a dejar su trabajo como ingeniero naval en el puerto de Gijón para viajar alrededor del mundo con su mochila. Dos años después, tras su vuelta a España decide emprender con Bosquia, empresa social que recupera ecosistemas degradados plantando árboles autóctonos.

Fue la crisis medioambiental sin precedentes y los incendios forestales que asolaron nuestros bosques a su llegada a España los que llevan a Francisco del Cid a tomar esta importante decisión. La decisión de dejar atrás su carrera profesional para iniciar una iniciativa medioambiental a nivel nacional. “El objetivo era conseguir fondos para costear las plantaciones de árboles autóctonos en terrenos quemados”, explica del Cid.

Aquella iniciativa actualmente se ha traducido en 358.000 árboles, 51.000 toneladas de dióxido de carbono absorbidas y 448 hectáreas de terreno reforestado, haciendo de Bosquia un referente del sector en nuestro país. “Todos nuestros bosques tienen con un solo objetivo, la preservación” afirma Francisco del Cid.

La financiación los bosques llega promovida por entidades y organizaciones comprometidas con el medio ambiente que patrocinan la creación de bosques autóctonos a nivel nacional e internacional. Las plantaciones se hacen en terrenos públicos pertenecientes a ayuntamientos o la administración. Estos organismos públicos cuentan con alianzas con Bosquia para la cesión de los terrenos destinados a la preservación medioambiental.

Acciones como la de '20minutos' nos ayudan a incrementar nuestra masa forestal y favorecen la biodiversidad

“Acciones de organizaciones como 20minutos nos ayudan a incrementar nuestra masa forestal y favorecen la biodiversidad” afirma Francisco del Cid. Este diario ha creado dos bosques de la mano de Bosquia. Mejorada del Campo y Hoyo de Manzanares fueron las localizaciones elegidas para llevar a cabo las plantaciones, compensando así 82 toneladas de CO2.

En los últimos dos años la presencia internacional de Bosquia se ha hecho patente con su presencia en Portugal y América donde continúan su labor de reforestación con especies autóctonas. Unos estrictos criterios medioambientales guían a Bosquia en forma de actuar “es imprescindible que todos nuestros bosques estén formados por árboles autóctonos de cada zona”

“Nuestro objetivo para los próximos dos años es que nuestra empresa social tenga presencia en los cinco continentes. Me haría mucha ilusión reforestar en aquellos continentes donde viajé para encontrar mi propósito” explica Francisco del Cid. Una empresa social se define como aquella que tiene un impacto positivo en la sociedad o el medio ambiente, y aun así produce beneficios como empresa. En este sentido Bosquia ha conseguido materializar su compromiso medioambiental creando bosques que actúan como sumideros de carbono y generadores de biodiversidad.

Frederic Wolf/Bosquia/Cedida