El mantenimiento y limpieza del colchón es fundamental para poder optar a un buen descanso y confort, sobre todo, a la hora de evitar manchas, malos olores o incómodas posturas cuando no se le da la vuelta de manera suficiente. 

De hecho, dar la vuelta al colchón de manera periódica es una de las recomendaciones que hace la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una tarea que se debe hacer teniendo en cuenta el tipo de colchón. 

¿Cómo y cuándo hay que dar la vuelta al colchón? 

A la hora de mover el colchón para poder mantener una buena postura sin que se deforme por ninguno de sus lados, hay dos opciones: darle la vuelta al completo o girarlo. 

Por un lado, los colchones que se pueden voltear tienen un núcleo simétrico y suelen tener una cara de verano con tejido más fresco y otra cara de invierno más cálida. Estos son los que hay que voltear al completo, poniendo la parte superficial donde nos tumbamos hacia abajo y la parte de abajo arriba. 

Por otro lado, "los colchones que se pueden rotar mantienen la misma estructura a todo lo largo del colchón, de la cabeza a los pies, sin zonas de refuerzo diferenciadas para hombros y caderas, o, si las hay, son zonas equivalentes, situadas en las mismas posiciones", informa la OCU. 

Por último, hay algunos colchones, como los de muelles o los de espuma, que pueden tener partes diferenciadas para cada parte del cuerpo, por lo que no conviene rotarlos.

Sobre las veces que hay que dar la vuelta al colchón, la OCU recomienda que se haga, al menos, dos veces al año: una cuando comienza el verano para cambiar a la parte más fresca y otra durante el invierno para dar lugar a la parte más cálida. 

"Pero si lo prefieres, la frecuencia de volteo puede ser mayor: tu colchón y tu salud pueden salir ganando", concluye.