El Ayuntamiento de Barcelona triplicará en septiembre los puntos de Música en la Calle existentes en la ciudad. De los 18 que hay actualmente y que están concentrados en el centro de la ciudad, en el distrito de Ciutat Vella, se pasará a 50, que estarán distribuidos por todos los distritos, algunos en 'superilles'. 

Como transición, el próximo mes de junio se iniciará una prueba piloto que llevará la música a la calle en cinco distritos. La ampliación de este circuito se enmarca en el despliegue del Plan de Derechos Culturales del Ayuntamiento de Barcelona, presentado hace un año. Así, habrá nuevos puntos de música en plazas, 'superilles' y espacios cercanos a equipamientos culturales, con el ánimo de "desbordar" sus límites.

La medida incluye una acción inspirada en el principio del 'agente de cambio' ('Agent of change'), habitual en Reino Unido, para preservar el ecosistema de salas de música y conciertos en directo en relación con la normativa urbanística. El espíritu de la norma es que ante cualquier nuevo uso del suelo, se preservan y protegen los preexistentes.

El Cilindre d'Horta

Uno de los puntos incluidos dentro de la medida 'Cultura y espacio público: derecho al acceso y la participación cultural en la calle', que se ha presentado este martes, es la puesta en marcha de 'El Cilindre d'Horta', la duodécima fábrica de creación municipal, centrada en este caso en el arte urbano. El Ayuntamiento ya ha tomado la decisión, pero el edificio necesita una reforma que, según el teniente de alcaldía de Cultura, Jordi Martí, "llevará años".

El nuevo equipamiento quiere ser un espacio referente en el arte urbano en la ciudad. Dispondrá de un punto de información y asesoramiento y será el centro de los programas y acciones municipales en torno al arte urbano y un espacio con perspectiva y conexiones a nivel internacional con otros equipamientos y proyectos de características similares. Este proyecto es fruto del impulso conjunto del Distrito de Horta-Guinardó, el Instituto de Cultura de Barcelona y el Instituto Municipal de Paisaje Urbano.

Directa o indirectamente ligado a este equipamiento, la medida de gobierno presentada este martes también establece un sistema para planificar y gestionar todas las intervenciones artísticas de estas disciplinas que se lleven a cabo en la ciudad, con la definición y el impulso de tres tipos de muros (Abiertos, Regulados y de Intervención excepcional) mediante los cuales poder desplegar propuestas de arte urbano en el espacio público.

Comisión de Noche

La otra acción destacada es la constitución de una Comisión de Noche "para abordar de forma conjunta los retos en torno a la noche y su dinámica cultural". Éste será un órgano de análisis y decisión municipal formado por representantes de todas las áreas y concejalías implicadas  con el objetivo de diseñar una estrategia de actuación compartida y atenta a las necesidades de todas las partes.

Entre las acciones impulsadas en el marco de la medida destaca la creación de una mesa de trabajo para estudiar la viabilidad de la declaración de Bien Cultural de Interés Local (BCIL) para las hogueras de Sant Joan en Barcelona. Formarán parte personas vinculadas a la plataforma #CrememBarcelona, creada en 2019 para proteger la tradición de Sant Joan, y las diferentes áreas del Ayuntamiento implicadas en el uso y la expresión cultural en el espacio público y el fomento, el respeto y el amparo de las expresión de cultura popular.

Cultura en las 'superilles'

La medida también quiere potenciar las 'superilles' como espacios para la "cultura legitimada y no legitimada" (tanto la que se impulsa desde los estamentos y entidades formalmente reconocidos como culturales como la que surge de la iniciativa ciudadana); modificar la normativa que limita los usos culturales de las zonas exteriores de los equipamientos culturales de la ciudad; velar por la descentralización de la actividad cultural en la ciudad y realizar una planificación urbanística que incorpore la mirada cultural. Todas las acciones se irán desplegando en los próximos meses y hasta 2023, con una inversión de 280.000 euros.

La teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, y el teniente de alcaldía de Cultura han ligado la medida a la estrategia de las 'superilles' para "reconducir anomalías en nuestro espacio público, siempre destinado al coche", y han considerado que habrá un antes y un después de estas acciones.

Sanz y Martí también han hablado del proyecto de ampliación del número de residencias de artistas existentes, que ahora son cinco y se prevén multiplicar por cuatro en poco tiempo. Su crecimiento pasa por una modificación del Plan General Metropolitano que obligue a la reserva de espacio para viviendas destinadas a este uso en nuevos equipamientos culturales, pero también en los existentes que podrían acoger, como El Graner.