La evolución trimestral del PIB en el primer trimestre de 2022 muestra un crecimiento interanual del 6,4%, según informa la estimación avanzada del Instituto de Estadística de Cataluña, Idescat. Esta cifra es equivalente a la del del avance de la economía española, que también experimenta un incremento del 6,4%. Sin embargo, en comparación con el trimestre anterior, la tasa de variación en Cataluña se sitúa en el 0,1%, dos décimas inferior a la española, que ha registrado un crecimiento del 0,3% y tres décimas menos que la alcanzada en el conjunto de los 27 países de la Unión Europea, UE27, que tuvo un incremento del 0,4%. La economía de la UE27 ha registrado un crecimiento del 5,2% en el primer trimestre del año.

El crecimiento interanual del 6,4% se debe a la evolución positiva del sector servicios, con un 8,9%. La construcción registra una tasa de ascenso del 1,7%, una décima superior respecto al último trimestre del

2021. La industria, con una tasa de 0,4%, reduce su crecimiento en un punto respecto al cuarto trimestre de 2021.

Por contra, la agricultura experimenta un retroceso del 4,0%, manteniéndose en los resultados negativos que se iniciaron en el trimestre anterior con un descenso del 1,5%.

El sector servicios muestra una recuperación generalizada de la actividad respecto al año anterior. La evolución de las ramas relacionadas con el turismo como transporte aéreo, hostelería, restauración y agencias de viajes, muestra importantes aumentos de actividad, fruto de la normalización de la movilidad turística. Por primera vez desde hace dos años, las mejoras afectan no sólo al ocio sino también las actividades ligadas a los viajes de negocios.

Otras actividades como el comercio al por mayor, el almacenamiento, las actividades jurídicas y la publicidad también muestran un notable dinamismo.

En relación con la industria destaca la evolución positiva de la facturación de ramas como la energía eléctrica y el gas, la química y la alimentación. En cambio, como contrapunto, la fabricación de vehículos a motor mantiene reducciones de producción significativas.

Según el análisis del Idescat, el contexto de la actividad industrial está muy condicionado por el incremento generalizado de los precios, tanto de los productos elaborados como de las compras y suministros, lo que está afectando a los márgenes en muchas ramas debido a las dificultades de repercutir el aumento de costes en los precios.

Además, el Idescat también destaca que los problemas en la logística derivados de la situación internacional introducen elementos de incertidumbre en la evolución del sector industrial.