Entrevista | Dvicio: "El disco refleja esa verdad que estamos buscando en nuestro interior"

  • La banda madrileña presenta su último álbum, 'El laberinto'.
DVICIO.
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JORGE PARÍS
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Andrés, Luis, Nacho, Alberto y Martín son los cinco chicos que componen Dvicio, una banda de pop formada en el municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid. Este grupo surgió en 2009 bajo el nombre Tiempo límite, con el que grabaron temas como Dueña de mi mente. En 2011 ganaron un concurso de maquetas y se dieron a conocer en YouTube con una cover de la canción Titanium.

Pero no fue hasta 2013 cuando la banda fichó por la compañía discográfica Sony Music. Su primer tema como Dvicio, Paraíso, se convirtió en la melodía de una campaña de McDonald’s en España antes de crecer en las plataformas musicales.

Tras trece años de trayectoria musical, en los que han creado tres álbumes de estudio (Justo ahora, Qué tienes tú e Impulso), han llevado su música al otro lado del charco y han colaborado con artistas tanto nacionales como internacionales, esta banda madrileña presenta su último disco, llamado El laberinto. En 20minutos hemos podido hablar con ellos sobre su nuevo proyecto.

El laberinto representa el reflejo de los diferentes caminos que han encontrado durante su carrera hasta dar con la identidad que hoy les representa. ¿Cómo definirían en una palabra esta identidad que conforma el disco? Esta nueva identidad es camino (Alberto), epicidad (Martín), verdad (Andrés), pureza (Nacho) y autenticidad (Luis).

Desde fuera, meterse en un laberinto significa perderse o no saber muy bien hacia donde tirar. ¿Por qué este nombre para el disco? Creemos que la carrera de la música, al menos en nuestra experiencia, es bastante confusa. Hubo un momento, hace algo más de un año, en que decidimos cuestionarnos hacia dónde estábamos yendo, cuál es nuestra identidad real, cuáles son nuestros objetivos, qué queremos conseguir realmente y si estamos en el camino para ello. 

Decidimos llamar al disco El laberinto por esa búsqueda de todos estos años, donde, desde nuestro presente, miramos atrás y decimos “joder, la verdad es que giras a la izquierda, a la derecha, por aquí no es, perderse, encontrarse...”. Y representamos esto con la figura en portada de los cinco caminando, saliendo de este laberinto a través de una luz, que refleja esa verdad que estamos buscando dentro de nuestro interior.

Con esa reflexión, ¿se han llegado a plantear alguna vez la ruptura del grupo debido a los diferentes caminos que se pudiesen dar en sus carreras? Siempre hay crisis. Imagínate en una relación de dos, pues de cinco es bastante más complejo. Nos gusta entender crisis como ‘oportunidad de cambio’, porque creemos que de ella pueden salir nuevos proyectos.

¿Sienten que han madurado como grupo tanto profesional como personalmente? Sí. En atrevernos a ser nosotros por encima de ser perfectos y también en aprender a decepcionar. Cuando trabajas con eso, te permites ser tú y ponerle mucho peso a que la prioridad son las canciones, y consideramos esto a muerte, sin importar que la gente piense que de primeras es la hostia.

Dentro de este disco, ¿destacan algún hecho que les haya marcado en su recorrido y que esté identificada en él? Es un disco que pone los pelos de punta y transmite tanta verdad que no se puede emular con nada, y eso significa que hay una conexión por encima de lo normal, que no se puede fingir. Hemos seguido esa sensación para hacer la selección de los temas y para decir "esta es la dirección". La gente que venga a los conciertos va a sentir una carga de emoción potente. Luego hay temas, como por ejemplo Jengibre, que son más light. Pero, en general, la dinámica de este disco es muy potente. Saltar y emocionarse, es lo que estamos buscando.

¿En qué se diferencia El laberinto de los anteriores discos? En que en este disco, a la hora de ensayarlo, nos hemos emocionado. Y esto con los anteriores no nos había pasado. En cuanto a su formato en físico también se encuentran diferencias, ya que el envoltorio es de papel de maíz y no de plástico, estamos concienciados con el medioambiente.

Es un disco en el que no han incluido ninguna colaboración. ¿Por qué? Teníamos varias posibilidades de colaboraciones, pero hemos dejado de lado el tema de observar tanto la cifra y lo que nos puede aportar eso para hacer algo más de verdad, más nuestro y más de lo que somos: una banda que se ha querido reencontrar con ese sonido más actual. Y esa identidad que queremos plasmar no nos permitía meter a alguien externo en el disco. Necesitábamos que fuera un disco solamente nuestro, aunque, quién sabe si en un futuro sacaremos algún tema del disco en colaboración con algún artista para darle una nueva vida.

¿Cuáles han sido sus referentes musicales a la hora de componer El laberinto? Imagine Dragons, JP Saxe, Needtobreathe, Coldplay y Leiva.

La portada de este disco se percibe como más formal, seria y madura, ¿cómo creen que influye la imagen dentro de la industria musical? Es brutal, más de lo que debería. Por ejemplo, llegas a unos premios y se habla más del look que llevaba no sé quién que de una actuación. En El laberinto lo primero son los oídos. En la portada se ven nuestras siluetas de espaldas y en los videoclips, el concepto de imagen es más artístico; obviamente salimos y se nos ve la cara, pero el objetivo es lo que está sonando. Lo demás son elementos de apoyo para arropar al sonido.

Arte y Te pienso a cada hora son los dos primeros adelantos que ofrecieron antes de que saliese el disco entero, y sus temas principales son el amor y el desamor, respectivamente. ¿Tienen trasfondo autobiográfico? Arte habla del amor hacia la música, aunque también se puede interpretar como el amor hacia una persona, en el sentido más amplio de la palabra, y Te pienso a cada hora habla de no aferrarse a un amor que ya no te corresponde y darte cuenta de que te duele hasta que lo sueltas, ese ejercicio de quererse así mismo por encima de otra persona.

¿Qué tal ha sido el recibimiento de estas dos canciones por sus fans? Lo que hemos podido ver, bien. Eso, o mienten muy bien (risas). Hicimos una escucha en una sala con un grupo de fans y la verdad es que las reacciones fueron muy buenas, lloraron y todo, no sabemos si fue porque eran seguidores muy fieles (risas). 

Creemos que con el disco vamos a obtener un poco lo que venimos emitiendo: quizá en cuanto a números no va a ser nuestro álbum más streameado, o igual sí, pero sentimos que la conexión con la persona que lo escuche va a ser más fuerte, ya que va a generar un cambio hacia ella, que a lo mejor con música que hemos hecho en otro momento conseguíamos más números, pero no conseguíamos realmente que calase.

Y en el lado opuesto, ¿cómo llevan las críticas en redes sociales? Bien, igual somos ignorantes, pero nunca hemos notado esa presión del hate. Al no estar tan expuestos, llevamos las críticas de una forma diferente. Nos hemos dado cuenta de una cosa y es que lo que hagamos nos tiene que parecer bien a nosotros. La gente se permite todo el rato el estar poniendo su opinión de lo que le parecen las cosas, pero tú estás compartiendo algo que te tiene que gustar a ti. Nosotros estamos muy felices y orgullosos de El laberinto y no vamos a estar tan pendientes de lo que nos vengan a decir, debido a que sabemos el trabajo y el cariño que hay detrás.

Muchos artistas se sienten más queridos fuera de España. Y ya que ustedes tienen mucha repercusión en Latinoamérica, ¿han llegado a experimentar esta sensación de falta de cariño en su lugar de origen? Sí pero no. No lo tomamos como una falta de cariño, sino como el trascurso del tiempo. En el inicio de nuestra carrera estuvimos casi el 90% en Latinoamérica y eso se nota: cuando inviertes tu tiempo en un sitio, creces más allí. Y creemos que hemos conseguido igualarlo en España. Nos hemos dado cuenta de que con el paso del tiempo se quiere abarcar tanto que al final no se consigue cerrar todo. Es mejor centrarte en tu territorio y un par de sitios más para dejar que las cosas surjan a intentar llegar a todos lados y a ninguno de verdad.

Hablando un poco de actualidad musical, acaba de celebrarse la nueva entrega de Eurovisión. En 2015 comentaron que veían este concurso como un arma de doble filo, ¿siguen opinando lo mismo o se ven participando en un futuro? Nunca hemos sentido que sea nuestro camino. Es verdad que da la oportunidad a muchos artistas que están comenzando, es un escaparate muy grande y muy bueno, pero al final nunca nos hemos visto reflejados en él. Siempre hemos empezado poco a poco, buscando la manera de llegar a cumplir nuestras metas y poder firmar con nuestra compañía, pero nunca a través de un pantallazo tan grande como es Eurovisión.

Y, sobre la presentación del disco, ¿tienen ya fechas cerradas para hacer una gira? Sí. Empezamos la gira en mayo y la primera ciudad es Oviedo. Después pasaremos por Valencia, Pamplona y Madrid. Ya en junio, acabamos la primera tanda de conciertos por España en Barcelona y nos marchamos a Latinoamérica. Actuaremos en Venezuela, México, Colombia y Ecuador. Además, estamos muy emocionados porque por primera vez estaremos en Estados Unidos, concretamente en Miami. 

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