La Unión Europea ha entrado en una nueva era, y así lo ven los participantes en la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE), que este fin de semana celebró su última sesión plenaria y recopiló un total de 352 propuestas para alcanzar 49 objetivos. Si se pudiera definir todo en una sola palabra, esta sería exigencia. La CoFoE abre la veda para una nueva UE después de encadenar tres crisis consecutivas con la recesión de 2008, la pandemia y la guerra en Ucrania. La ambición pasa, sobre todo, por una revisión de los Tratados y pese a que las ideas recogidas por consenso no son vinculantes, sí que se deja un llamamiento a las instituciones para que revisen toda la arquitectura de la Unión. Se puede hablar, casi, de refundación.

Por lo pronto, la Comisión reconoce que muchas de las propuestas hacen "una referencia explícita" a una reforma de los Tratados, algo tabú por el momento. De hecho, la CoFoE nació con ese 'veto' por parte de los Estados miembros, aunque vistas las conclusiones el Ejecutivo comunitario se compromete a lanzar el debate mientras que el Parlamento Europeo recoge el guante para promoverlo dentro de sus competencias. 

El siguiente paso es que estas propuestas finales se entreguen el próximo 9 de mayo, día de Europa, a los líderes de las principales instituciones comunitarias: la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el presidente francés, Emmanuel Macron, que es el líder rotatorio del Consejo. Pero, yendo al detalle, ¿qué medidas se han recogido en el marco de la CoFoE?

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Una de las más importantes puede ser la eliminación del veto en el Consejo, de manera que las decisiones ya no se tomen por unanimidad, sino por mayoría cualificada. Esto en la práctica generaría una mayor agilidad a la hora de avanzar, pero, de nuevo, exige un debate profundo y evidentemente una reforma de los Tratados. Asimismo, también se aboga porque la UE acoja las competencias en Sanidad, que ahora está en manos de los países. La meta es una mejor coordinación en caso de crisis como la pandemia de Covid-19.

A nivel político, la CoFoE llama a implantar las llamadas listas transnacionales. ¿En qué consisten? En que en las elecciones al Parlamento Europeo se incluyan candidatos de otros países, en lugar de votar a nivel nacional como hasta ahora. Esta idea, que lleva tiempo guardada en el cajón y que en su momento por ejemplo defendió Emmanuel Macron, ayudaría a reforzar el concepto de Unión Europea así como a dotar de más competencias a la Eurocámara. Sería un paso más en la integración que no se quedaría ahí, pues en materia de Defensa la Conferencia también llama a dar pasos para la construcción de un ejército europeo. Esa unidad ha pasado a ser asunto fundamental en el marco de la invasión rusa de Ucrania.

En materia migratoria la llamada es a revisar las condiciones de asilo, y aunque no se habla abiertamente de alcanzar una política migratoria común sí se pide refundar el Convenio de Dublín. Este ha sido en la época reciente uno de los mayores retos de la Unión Europea, sobre todo desde la crisis del año 2015. Eso sí, ahora se han tomado medidas históricas ante la llegada masiva de huidos de la guerra de Ucrania. Esto puede sentar las bases para una nueva regulación, tal como pide la CoFoE.

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El clima es otro de los temas relevantes en la CoFoE. Los participantes llaman a desarrollar más y mejor la oferta y la estructura ferroviaria, al tiempo que llaman a reducir el uso del coche para que las emisiones de gases bajen. En este sentido la UE ya lleva tiempo trabajando en diferentes medidas, pero la sociedad quiere una mayor implicación ciudadana para que nadie quede descabalgado. Lo mismo pasa con el mercado laboral, sobre el que se pide un mayor control sobre los salarios mínimos en los Estados. Además, la CoFoE muestra una posición favorable para que se apruebe un impuesto mínimo de sociedades a nivel europeo, algo que ya estaba sobre la mesa dada la crisis económica provocada por la pandemia.

De nuevo, todas las propuestas que se han recogido -un total de 352- no son vinculantes y su adopción dependerá del marco (si hay o no finalmente voluntad para una reforma de los Tratados) y de la implicación de las instituciones para ello. En este caso son los Estados miembros los más reacios a una nueva base, y parece desterrada la idea de una Convención que conduzca precisamente a un nuevo Tratado. Por lo pronto, la CoFoE lo que sí deja es un mensaje: una nueva Unión Europea es posible.