Los tatuajes de Vanesa dejaron impresionada a Lidia Torrent este jueves en First dates. "Estoy muy nerviosa", admitió la murciana nada más cruzar las puertas del restaurante de Cuatro, y no dudó en abrazarse a la camarera para tranquilizarse un poco.

"Llevo el 80% de mi piel tatuada, no voy a llegar al 100% porque voy a dejar la cara tal cual está, pero es que es un estilo de vida. Empecé hace muchos años, no es una moda. Los necesito y me gustan", explicó la modelo.

También comentó que "una chica como yo no se suele ver muy a menudo, y si a eso le sumas el tamaño de mi cuerpo, creo que le impongo a los hombres. A First dates vengo a buscar un buen amigo, no una pareja estable".

"Quiero algo más abierto, porque el tema del sexo es importante, y debería serlo para todos. Es un estímulo, una descarga, es necesario. La persona que esté conmigo le tiene que gustar, que descubramos cosas nuevas. Que se quiera a sí mismo, a su cuerpo y al mío, claro", afirmó la murciana entre risas.

MEDIASET

Su cita fue Pedro, un tatuador que comentó en su presentación que "quiero vivir, quiero sentir y quiero estar siempre feliz". Al ver a Vanesa exclamó: "Es súper atractiva, una chica que entrena y me encantan los cuerpos musculados. Un bombón".

Ya en la cena comentaron su amor por el deporte, ya que la murciana compitió durante cinco años en crossfit, pero ahora se dedicaba más a la musculación. Pero el barcelonés destacó del físico de su cita que "va un poquito demasiado tatuada para mi gusto...".

"Soy muy de juguetes, de hecho tengo tres modelos de Satisfayer diferentes", afirmó Vanesa, dejando sin palabras a Pedro, que solo pudo responder: "¿Hay tantos? ¡Joder!".

Al final, la murciana sí que quiso tener una segunda cita con el tatuador porque "es muy divertido y tenemos muchas cosas por descubrir". El barcelonés también quiso volver a quedar: "Me ha parecido una chavala encantadora y tengo que hacerle un tatuaje".

MEDIASET