El que fuera el mayordomo de Johnny Depp y Amber Heard, Ben King, declaró este lunes en el octavo día del juicio que ambos actores mantienen desde el pasado 11 de abril en el tribunal de Fairfax (Virginia, Estados Unidos).

El exempleado estuvo en la casa de la expareja el día en el que el actor perdió un trozo de un dedo. Unos minutos antes, los intérpretes habían vivido una acalorada discusión que terminó con la casa destrozada, repleta de objetos destrozados y con manchas de sangre. 

La actriz le había lanzado una botella de vidrio al artista, que tuvo que ser tratado al resultar herido. El estado de su piso cuando llegó King era el vivo reflejo de lo que había sido una verdadera batalla campal. 

El declarante recordó durante su testimonio cómo encontró el trozo de dedo del intérprete de Piratas del Caribe. "Había un trozo de papel de cocina con mucha sangre, así que pensé que debería mirar ahí. El trozo de dedo estaba en el papel, en el suelo, al lado de la barra, al lado de uno de los taburetes", avanzó.

"Había muchos daños. Cristales rotos, gotas de sangre sobre las baldosas, que son de color crema. La mesa de ping-pong estaba cerrada. Había gotas de sangre en el suelo, al lado de la barra del bar. Había daños, faltaba un trozo de mármol en la barra. Una televisión estaba rota, tenía trozos de lo que parecía ser una taza de café incrustada", añadió. 

El exmayordomo de Depp y Heard contó que en la casa había un cuarto de baño con dos lavabos en cuyos cristales había escritos con sangre. "Había sangre en las dos habitaciones, en las sábanas... Y también había una lámpara rota", expresó.

El declarante coincidió con la actriz después de la disputa, aunque su conversación no fue "exitosa". 

Según explicó, esta le lanzó varias veces la misma pregunta: "Ben, ¿alguna vez te has enfadado tanto con alguien que se te ha ido la cabeza totalmente?". Estas palabras lo dejaron desconcertado, ya que, tal y como recuerda, la intérprete se mostró sorprendida de que su trabajador no hubiera vivido nada igual antes.