La estadounidense de origen mexicano Melissa Lucio es una de las 199 personas a la espera de ser ejecutadas en el estado de Texas y una de las 3.260 en el corredor de la muerte en Estados Unidos, donde la pena capital sigue terminando con vidas cada año, a pesar de encontrarse en claro retroceso. Lucio lleva 14 años en el corredor de la muerte por la muerte de su hija pequeña, de dos años, en 2007. La fecha prevista para su ejecución es el próximo 17 de abril, pero se suceden las peticiones de suspensión de la pena, tanto por parte de su equipo de abogados como de organizaciones y personalidades públicas.

Melissa Lucio es madre de 14 hijos. En 2008, esta mujer de 53 años se convirtió en la primera latina condenada a muerte en Texas tras un juicio en el que la Fiscalía arguyó que la acusada mató a su hija de una paliza, mientras que ella alegaba que la pequeña, que tenía malformaciones en las piernas, se cayó por la larga y vieja escalinata de su casa en la localidad de Harlingen (Texas) en un momento de descuido.  

Según recoge Univision, los hechos juzgados sucedieron el pasado 15 de febrero de 2007, cuando en medio de una mudanza en una casa y con sus 12 hijos por ahí revoloteando (durante sus 14 años en el corredor de la muerte Melissa ha sido madre de gemelos), su hija pequeña, Mariah, que tenía dos años de vida, abrió la puerta y logró salir de la casa, que contaba en su entrada con una escalinata vieja de 14 peldaños por la que la bebé se precipitó hasta el suelo. 

Según los abogados de la hispana, "cuando Melissa se dio cuenta de que Mariah no estaba en el apartamento, salió corriendo en pánico de la casa y vio a Mariah al pie de la escalera". En ese momento, la niña estaba viva y aparentemente solo presentaba una herida externa en la boca. Sin embargo, los siguientes días la pequeña durmió más de lo habitual, comía menos y respiraba con dificultad. Fue el padre quien, tras volver de trabajar, encontró a la bebé "muy pálida" mientras dormía.

Según el relato de los abogados de la procesada, que lamentan que no se haya tenido en cuenta la dificultad para caminar que sufría la pequeña por los problemas motores en sus piernas, cuando encontraron a Mariah pálida en la cama "el mundo de Melissa se vino abajo". La familia llamó a los servicios de emergencias, que intentaron sin éxito salvar la vida de la pequeña.

El equipo médico del hospital adonde fue traslada, y donde fue certificada su muerte, se encontró con una bebé con un brazo roto sin tratar, hematomas y signos de una lesión grave en la cabeza, según recoge Texas Observer. Desde un principio, las investigaciones se centraron en los padres. Las autoridades se basaron en los moretones y en los antecedentes de Melissa, que había perdido anteriormente la custodia de algunos de sus hijos y había consumido drogas, para considerar que se había tratado de un caso de maltrato infantil. El progenitor fue condenado a cuatro años de cárcel por no acudir desde un primer momento al médico y la madre fue condenada a la pena capital.

Esperanza hasta el final

Ahora, a falta de una semana para la fecha de su ejecución, ha sido puesta bajo estrecha vigilancia en la cárcel de Mountainview, en Texas, para evitar su suicidio, según explicó una de sus abogadas, Sandra Babcock, que explicó que se trata de un protocolo penitenciario que se activa una semana antes de la fecha de la ejecución.

Babcock, que este miércoles habló con Melissa, denunció que está sufriendo una "tortura" y que su situación en corredor de la muerte es ahora "incluso más difícil, porque es cada vez más consciente de que la fecha de la ejecución se acerca y no sabe qué va a pasar". "¿Debe prepararse para morir o debe mirar hacia adelante, hacia la vida? Nosotros no tenemos ninguna manera de decirle qué va a pasar, porque no tenemos el poder de tomar una decisión", agregó la abogada a EFE. No obstante, la togada indicó que Melissa es una persona que siempre "trata de ver el lado positivo de la vida". 

Su equipo de abogados presentó el viernes pasado una petición "de más de doscientas páginas, más ochocientas páginas de pruebas" al juzgado que aporta declaraciones de expertos y "nuevas evidencias que nadie había visto antes" con el fin de que el tribunal decida suspender la ejecución, pero esta decisión podría demorarse hasta el mismo día de la pena. 

Gran apoyo recibido

Además de la vía judicial, el caso de Lucio ha sido puesto también en manos de la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, que -según Babcock- decidirá el lunes sobre si recomendar que la pena de la latinoamericana se conmute por una condena menor o que su ejecución se posponga 120 días.

Una vez la Junta tome una decisión y si la vía judicial se agota, el gobernador de Texas, el republicano Gregg Abott, deberá tomar una decisión final, que según la abogada podría no producirse hasta horas antes de la ejecución.  

Además, sus abogados han presentado una nueva petición de clemencia basada en unas declaraciones de la presidenta del jurado que la declaró culpable y la condenó a muerte, Melissa Quintanilla, que afirma que le "desanimó saber que había pruebas adicionales que no se presentaron en el juicio. Creo que la señora Lucio merece un nuevo juicio y que un nuevo jurado escuche esta evidencia. Sabiendo lo que sé ahora, no creo que deba ser ejecutada", dijo.

Lucio ha recibido el apoyo de legisladores estatales de Texas, tanto republicanos como demócratas. También La estrella estadounidense Kim Kardashian, que con anterioridad ha abogado con éxito por el indulto de otros presos con sentencias muy discutidas, también se unió a defender a Lucio en las redes sociales. 

"(Melissa) ha estado en el corredor de la muerte durante más de 14 años por la muerte de su hija, que fue un trágico accidente", afirmó Kardashian, que cuenta con 72 millones de seguidores en Twitter. "Su hija de dos años Mariah cayó por unas escaleras y dos días más tarde murió mientras dormía. Cuando pidió ayuda, la policía la interrogó", continuó Kardashian, que expuso asimismo cómo las fuerzas de seguridad interrogaron durante horas a Melissa, lo que desembocó en una confesión coaccionada. "No sé qué quieren que diga. Supongo que soy la responsable", se terminó diciendo Lucio en el interrogatorio.

El caso cobró popularidad tras la emisión del documental El Estado de Texas vs Melissa, de la periodista y directora Sabrina Van Tassel, que recoge las supuestas irregularidades del veredicto.

Actualmente Melissa "está muy animada por todo el apoyo que ha recibido, pero se preocupa mucho por sus hijos. Está realmente preocupada por lo que podría pasarles si fuera ejecutada", declaró Babcock, que está convencida de que Lucio es inocente y que "la muerte de su hija no fue un homicidio, sino un accidente".