La eliminación del 'scalextric' de Vallecas se retrasa: el proyecto de 2006 para dejar seis carriles en superficie es inviable

'Scalextric' de la M-30 que divide los distritos de Puente de Vallecas y Retiro.
'Scalextric' de la M-30 que divide los distritos de Puente de Vallecas y Retiro.
'Scalextric' de la M-30 que divide los distritos de Puente de Vallecas y Retiro.

El proyecto que se redactó en 2006 para desmantelar el Puente de Vallecas "no es viable para lograr una movilidad sostenible bajo los criterios de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360", tal y como concluye el estudio que ha realizado el área de Medio Ambiente y Movilidad sobre el anteproyecto inicial. 

Y es que el proyecto de 2006 suponía soterrar el Puente de Vallecas, pero mantener en superficie tres carriles en cada sentido, "por tanto, no quedaba espacio para uso y disfrute de los vecinos", ha explicado el delegado Borja Carabante. Además de no recuperar ningún metro cuadrado para los vecinos, tampoco modificaría la congestión que se produce en ese punto. Ese diseño inicial, que se configuró hace 16 años, no evitaría ahora la circulación de un gran volumen de vehículos en superficie, ya que es el principal acceso de la M-30 a los distritos de Retiro [120.000 habitantes] y Puente de Vallecas [240.000 habitantes], que entre ambos reúnen más habitantes que la ciudad de Bilbao, detallan las fuentes municipales.

La modelización sostiene que un 25% de los 15.000 vehículos que circulan en hora punta lo seguirían haciendo en superficie para poder acceder a los viales de distribución de estos dos distritos. Y que este tráfico obligaría a que el vial de superficie necesite, de forma general, tres carriles de circulación por sentido, pues si se reducen a dos se generaría congestión y más contaminación. Por lo que este trazado no permitiría ganar espacio para los vecinos en superficie.

Por todo ello, el área de Medio Ambiente y Movilidad ha encargado un nuevo estudio para establecer un proyecto "que suponga quitar el puente, pero también recuperar el espacio para los vecinos y evitar la congestión", dice Carabante. En este proceso se han invitado a los vecinos y a los grupos municipales para que aporten ideas sobre cómo puede ser el espacio una vez que se soterre ese puente. De este modo, el Ayuntamiento se compromete a tener la solución definitiva "antes de las vacaciones de verano".

El área de Borja Carabante lanza un mensaje a los vecinos que llevan más de una década denunciando la "parálisis" del proyecto. "El Gobierno municipal mantiene el compromiso de trabajar para la eliminación del puente. En el presupuesto de 2022 se ha reservado un crédito de 1,55 millones de euros para la redacción del nuevo proyecto. La envergadura técnica y económica de una obra como esta necesita una buena planificación", dicen las fuentes.

Soterrar una parte del puente y dejar seis  carriles en superficie no tiene sentido, sería una aberración

"El Ayuntamiento se ha basado en un proyecto anterior completamente inviable" comenta Jorge Nacarino, portavoz de la Asociación de Vecinos Puente de Vallecas. Hay un compromiso por parte del Consistorio de presentar en un periodo aproximado de dos meses los proyectos con las alternativas viables.

"Estamos bastante molestos, la reunión de hoy tenía que haber sido hace 3 meses, no tiene justificación este retraso. Si no se ha presentado antes es porque no le han dado prioridad alguna", manifiesta Jorge Nacarino. Hay cierta crispación de vecinos y asociaciones por la demora de la reunión: tendrán que esperar otros dos meses para obtener las alternativas que eliminen la segregación del barrio. 

"Desde luego apoyamos este proyecto desde la asociación, pero debe ir enfocado a ganar espacio publico y en la movilidad de futuro. De poco serviría que el tráfico de altura pasara a ser tráfico de superficie, sería un fracaso para todos" comenta Jorge Nacarino. 

Javier Moral, de la Asociación Vecinal Doña Carlota Numancia, califica como "decepcionante" la situación y la lentitud del Ayuntamiento a la hora de tomar las decisiones necesarias para poder terminar con la barrera que divide el barrio. "Cuando era niño, donde está situado el puente, había un parque, ¿Ahora qué tenemos? Una brecha brutal, continuo sonido de tráfico y contaminación más que evidente. La situación es insostenible y solo se alarga" comenta Javier.  

"Las asociaciones vecinales apostamos por un proyecto de desmantelamiento que cumpla con los objetivos acordados por unanimidad en el citado pleno de Cibeles, es decir, que permita ganar espacio público especialmente para dos de los barrios más colmatados de la ciudad de Madrid, como son Numancia y San Diego. Un espacio público que pueda dotar al vecindario de estos barrios de nuevas zonas verdes y dotacionales, y acabe con una de las mayores brechas urbanas (física y social) que se mantienen en nuestra ciudad", alegan desde la FRAVM. 

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