La guerra siempre deja historias sorprendentes, duras, irrepetibles, complicadas. Y la invasión rusa de Ucrania no es una excepción. Una de las tantas que llenarán libros en el futuro es la de Aiden Aslin, un joven soldado británico que ha sido capturado por las fuerzas rusas y forzado a repetir en televisión la propaganda del Kremlin sobre el conflicto. Mientras, su familia, con dudas sobre su situación, pide que se le dé un trato justo.

Aiden tiene 27 años y formaba parte de las tropas desplegadas en la ciudad de Mariúpol, completamente asediada por los ataques rusos. La televisión estatal le ha utilizado para reforzar sus tesis. "Desde el primer día en que llegamos a Mariúpol, dije que debíamos irnos, porque, como dije antes, Donbás es reconocida como independiente, Luhansk también", dijo Aslin ante las cámaras, con la cara ensangrentada y con golpes, según el periódico ruso Izvestia. Izvestia también afirmó que Aslin instó a Ucrania a reconocer las reclamaciones de Rusia sobre Crimea. Esta es una de las grandes reclamaciones de Putin en el marco de su invasión.

Su familia ha hecho un llamamiento para que Rusia deje de utilizar la imagen y el nombre de Aslin en su beneficio, además de que le traten respetando todos sus derechos. "Creo que es él quien aparece en las fotografías. Solo queremos que se le trate de acuerdo con las Convenciones de Ginebra", explicó su madre en una entrevista en la BBC.

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Aslin, prometido con una ucraniana, tiene la doble nacionalidad desde 2018, pero su familia insiste en que su objetivo nunca fue formar parte del frente bélico frente a Rusia. "Nunca esperé esto, pensé que en el peor de los casos Aiden moriría luchando", reconoce su abuela. "Obviamente no quería eso, quería que la guerra terminara y que él volviera a casa con su prometida".

No es la primera vez que Aslin está en primera línea: luchó con unidades armadas kurdas en Siria contra el Estado Islámico y pasó a formar parte de los marines precisamente hace cuatro años. "Creo que todos los chicos deberían ser tratados como prisioneros de guerra según las Convenciones de Ginebra; comprendo que se trata de fuerzas opuestas, pero todos son seres humanos", añade su familia, cuyo único reclamo es que esté en buen estado: "Todos esperamos y rezamos por su seguridad".