Miguel Solís, marqués de la Motilla, en negociaciones para vender su histórico palacio de Sevilla

Palacio del Marqués de la Motilla.
Palacio del Marqués de la Motilla.
K. RANGEL / A. GONZÁLEZ
Palacio del Marqués de la Motilla.

Es complicado ir caminando por el Casco Antiguo de Sevilla, en la calle Laraña con la calle Cuna, y no alzar en algún momento dado la vista para observar su conocida torre. Hablamos, claro, del Palacio de la Motilla, propiedad del marqués de la Motilla, Miguel Ángel de Solís y Martínez Campos, y la que ha sido no solo su casa sino lugar idóneo para todo tipo de eventos y celebraciones dentro de su familia. De este histórico edificio, sin embargo, se va con total seguridad a desprender ahora, pues tiene muy avanzadas las negociaciones para que la venta quede rubricada en poco tiempo, a falta de unos flecos.

"La venta no está cerrada, estamos en negociaciones. Cuando esté cerrado no tendré ningún problema en confirmarlo. Estamos en conversaciones y probablemente se hará, pero aún quedan detalles por cerrar. Yo siempre he pensado en vender esta casa, era una idea que tenía, no es nada nuevo, pero ahora ha surgido esta oportunidad", ha confirmado, a sus 74 años, el marqués en declaraciones a Vanitatis.

Tal y como explica en el citado medio, como es "el propietario", no había de "consultarlo con nadie". "Pero todavía no está vendido, aunque las conversaciones están avanzadas y dependiendo de una serie de detalles, se hará o no", continúa, para acto seguido disculparse por no poder "dar detalles" dado que se trata de "una operación que requiere discreción". Eso sí, afirma que "cuando esté hecha" no tendrá problema alguno en confirmarlo.

Desde Diario de Sevilla como desde Diario de Córdoba se ha analizado la venta en los últimos días, aunque con el matiz de que han dado la venta por confirmada -algo que Solís niega- y hablando de un precio final de 14 millones de euros. El propio marqués lo niega. "No es correcta, se han pasado", le ha asegurado al portal de El Confidencial, el cual se hace eco, además, de quién es el comprador según los medios andaluces: el empresario Mario López Magdaleno, presidente del grupo ingeniero Magtel (dedicado a la construcción, la infraestructura, las telecomunicaciones y el diseño basando su negocio en la energía y la innovación).

López Magdaleno, de origen cordobés, tiene su residencia bastante cerca del palacio de la Motilla y tan interesado estaría que ya habría entregado como señal tres millones y medio de euros en una operación cerrada hace un par de meses que no ha trascendido hasta ahora. Sin embargo, y dadas las palabras del marqués, ciertos detalles no serían correctos. Así como no cree que la persona que lo va a adquirir convierta el emblemático edificio en un hotel. "No lo creo, porque no es a lo que se dedique esa persona. No lo creo aunque, si la compra se efectúa, esa persona podrá hacer lo que considere oportuno. Desde mi punto de vista no será su intención, pienso que la quiere para vivir en ella", ha comentado.

Sea como sea, al todavía propietario no le importa lo que ocurra después de que se efectúe la venta. "No me da ninguna pena venderla. Si fuera un árbol, que es un ser vivo… Yo he vivido en muchos sitios, a día de hoy vivo aquí. Y si se cierra la venta, mi intención es quedarme en Sevilla. Hasta hace un par de años estaba domiciliado en Pamplona; después me iba a domiciliar en Madrid, pero me quedaré en Andalucía, si no es en Sevilla me iré a Huelva o a Córdoba", ha admitido.

Los cuatro hijos que tuvo con Carmen Tello (Fernando, Caballero de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, María del Carmen, Miguel, marqués de Valencina, y Enrique) no se han pronunciado todavía, si bien estaban bien informados de las intenciones de su padre para con el palacio debido a los gastos que genera: a diferencia de otras casas nobiliarias como la de Alba, la casa de la Motilla no tiene constituida una fundación, lo que genera un mayor costo en la gestión del patrimonio.

Este patrimonio, además, ya lo han empezado a gestionar los cuatro hijos del marqués: por ejemplo, el castillo de Almodóvar del Río está ahora abierto al turismo, así como tienen otros hoteles en Madrid y Sevilla. María del Carmen, además, es la encargada de la administración del campo.

El palacio, que empezó como proyecto entre 1921 y 1924, terminó de construirse en 1931 bajo la dirección de los arquitectos Gino Coppedè (diseño del edificio) y Vicente Traver (dirección técnica). Como tal, la superficie total del espacio es de 2.000 metros cuadrados de planta, aunque construidos tiene 4.629. La inspiración es de corte florentino: concretamente, del Palacio Vecchio de la capital de la Toscana. Lo más llamativo, su torre-mirador de planta cuadrada hecha de ladrillo, alcanza una altura de 25 metros.

El emplazamiento es bien conocido por la aristocracia de nuestro país y parte del extranjero: allí se celebraron las bodas del actual duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, y Matilde Solís, hermana menor de Miguel, así como las de dos de sus hijos, Fernando y María del Carmen, amén de otras de hermanas y sobrinos. Desde sus balcones han podido disfrutar de los pasos de Semana Santa los antiguos reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, o la duquesa de Alba y varias de sus parejas. También lo conocen los grandes duques de Luxemburgo y los espectadores de Movistar+: era la vivienda de Luis de Zúñiga, el personaje interpretado por Paco León, en la serie La peste.

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