Desde que Rusia invadiera Ucrania a finales del pasado mes de febrero, en el país dirigido con mano de hierro por Vladimir Putin se ha impuesto un régimen de terror que amenaza con la prisión a todos aquellos que se manifiesten contra la intervención militar rusa.

Hasta tal punto ha llegado la represión con las voces disidentes con el régimen que el gobierno ha puesto en marcha un sistema para delatar a aquellos que se atrevan a criticar la guerra. Moscú, de hecho, anima a los ciudadanos a denunciar a los disidentes, informa el Daily Mail.

El Kremlin está enviando a los ciudadanos de varias regiones instrucciones a través de mensajes de texto sobre cómo denunciar a los vecinos o conocidos que se manifiestan contra la guerra. Los posibles informantes también pueden usar un canal dedicado a ello en exclusiva en la plataforma de redes sociales Telegram.

Testimonios de personas que han sufrido en primera persona la represión del régimen de Putin han sido recopilados por la organización rusa pro derechos humanos OVD-Info.

La jefa del departamento legal de la organización, Alexandra Baeva, dijo: "Rusia ahora, es como en el año 1937: la gente tiene miedo y se delatan unos a otros", dijo comparando este sistema con la actuación de la NKVD de Stalin.

Actualmente es ilegal hablar en contra o mostrar desaprobación de la invasión de Ucrania. Incluso llamarla "guerra" está prohibido, ya que Putin la calificó como una "operación especial" para salvar a Ucrania de sus líderes nazis.