Adoptar un perro para una persona mayor: consejos para elegir al animal adecuado

Un perro junto a su dueño.
Un perro junto a su dueño.
Josep Monter / PIXABAY
Un perro junto a su dueño.

La vejez es una época difícil y de despedidas forzosas. Amigos y familiares fallecen o se alejan, la salud se deteriora y, actividades que antes eran sencillas y naturales, se convierten en una dificultad. Asimismo, la vida social disminuye y la soledad empieza a ser la protagonista de muchos miedos. Es por eso que muchas personas consideran que los animales pueden ayudar a nuestros mayores a superar estas situaciones emocionalmente pero, ¿cualquier mascota es adecuada para nuestros abuelos y abuelas?

La respuesta es "no". Nuria Máximo, presidenta de Cátedra animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid, explica que "hay que valorar las necesidades de los animales y las capacidades de las personas que van a adoptar". "Si estamos en un proceso de adopción, deberíamos priorizar las necesidades del dueño y del perro, al final tienen que complementarse. Por ejemplo, no recomendaría un cachorro para alguien mayor, ya que tiene mucha energía y esfuerzo físico; sería mejor un perro adulto, ya enseñado", añade.

"Al final consiste en que ambos hagan un buen binomio, que el perro supla las necesidades de amor y compañía de la persona mayor y que esa persona pueda cubrir las necesidades básicas del perro como pueden ser los paseos o los juegos (no tienen por qué ser físicos, pueden ser también de estimulación mental)", comenta la presidenta de Cátedra Animales y Sociedad.

Además de la edad, el tamaño también importa. No solo por la fuerza que puede tener el animal, quizás a la hora de dejarse llevar por un estímulo y tirar de la correa, si no también por cualquier accidente que pueda ocurrir. "Imagina que le ocurre algo al perro y esa persona mayor tiene que cargar con él hasta el veterinario. Si no tiene ningún otro apoyo, esta tarea sería muy difícil con un perro de tamaño grande", comenta Máximo. 

Para que todas estas cosas se tengan en cuenta a la hora de adoptar, es importante acudir a protectoras que estén familiarizadas con este proceso, hagan seguimiento de la adopción a posteriori y, además, proporcionen la información necesaria a los adoptantes. "Es fundamental que nuestros mayores puedan llamar a la protectora con cualquier duda y que sepan que van a ser ayudados y asesorados en caso de que surja cualquier inconveniente", dice la experta.

Beneficios tanto para las personas como para los perros

Según un informe de la Coordinadora de Profesionales por la Prevención de abusos (CoPPA) recogidos por Cátedra Animales y Sociedad, entre los beneficios que la convivencia y la interacción con animales pueden aportar a nuestros mayores se encuentran "la disminución de los sentimientos de soledad y aislamiento, la promoción de un estado de ánimo positivo y mejoras en la autoestima, el incremento de la motivación y el sentido de responsabilidad y toma de decisiones y el aumento de la confianza en sus cuidadores".

También reduce las conductas agresivas y otro problemas de comportamiento, mejora el funcionamiento adaptativo y disminuye los síntomas de los trastornos mentales (como la depresión o el estrés, por ejemplo). "Es algo muy beneficioso y positivo para ambas partes siempre que se haga voluntariamente", expresa la presidenta de Cátedra Animales y Sociedad.

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