Bulos sobre la calima: no, no nos están envenenando con "metales pesados"

Bulos sobre la calima
Bulos sobre la calima.
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Bulos sobre la calima

“Nos están echando metales pesados otra vez y dicen que es la calima”. Mensajes como este se están viralizando en redes sociales desde este 15 de marzo, fecha en la que empezó el episodio de calima sahariana procedente del norte de África en nuestro país. Nos habéis preguntado por estas conspiraciones a través del servicio de verificación de WhatsApp de Maldita.es (+34 644 229 319).

Como ya hemos explicado en Maldita.es, la llegada de este polvo mineral empeora la calidad del aire y puede tener un impacto negativo en la salud. Sin embargo, se trata de un fenómeno natural. Te explicamos por qué no debes hacer caso de los mensajes conspiranoicos que están circulando.

El origen de la nube de polvo mineral es la borrasca ‘Celia’

Se difunden contenidos que sostienen que nos están “fumigando” y envenenando desde el aire y esto, supuestamente, provocará que los hospitales se llenen de “gente reventada a metales pesados y los emisores de radiación a toda máquina”.

Pero esta nube de polvo mineral que ha coloreado cielo, coches y pavimentos en las últimas horas procede del Sáhara. Su irrupción “se debe en realidad a la posición de la borrasca Celia, al suroeste de la península, que ha permitido el ascenso de una masa de aire cálida y muy seca, con polvo”, explica en Twitter Mar Gómez, doctora en Físicas y responsable de meteorología eltiempo.es. Es decir, no tiene nada que ver con ‘fumigaciones’ de ningún tipo.

Quienes afirman esta posibilidad vuelven a señalar el concepto chemtrail, que viene de los términos chemical trail o estelas químicas que se utiliza como oposición a contrail, condensation trail o estelas de condensación (las que de forma habitual dejan los aviones al expulsar vapor de agua como parte de su funcionamiento). En los chemtrails, según estas falsas teorías, no habría vapor de agua, sino unas supuestas sustancias químicas con diversos efectos perjudiciales.

Pero no existe ninguna evidencia a favor de esta conspiración, y sí muchas en contra. Para empezar, el posicionamiento público de los mayores expertos en ciencias atmosféricas, que en 2016 afirmaron no haber encontrado ninguna prueba de esta supuesta práctica.

Aunque la nube sahariana contiene elementos metálicos, estos son habituales en la naturaleza y se encuentran en escasa proporción

Hemos explicado por qué no es cierto que la calima no se trate de un fenómeno natural. Pero, ¿qué pasa con la parte referente a los “metales pesados”? ¿Forman parte estos componentes de la nube ocre? ¿De qué está formada si no?

Como responde la Sociedad Geológica de España (SGE), principalmente se compone de cuarzo y otros silicatos, óxidos de hierro y algunos metales como vanadio y titanio. “Los equipos de especialistas en deposición de partículas atmosféricas [...] han determinado que estas arcillas [...] de procedencia sahariana están compuestas mayoritariamente por carbonatos de calcio y magnesio (calcita y dolomita), cuarzo (sílice u óxido de silicio; hasta el 60%), feldespatos, filosilicatos (grupo de las arcillas, como illitas o esmectitas), óxidos de hierro, manganeso, titanio, vanadio…”, señala la SGE en su página web.

Como vemos en estos últimos, la nube de polvo sahariana sí presenta elementos metálicos. Ahora bien, según explica a Maldita.es Nahúm Méndez, geólogo y divulgador científico, denominarlos ‘metales pesados’ es utilizar una terminología “bastante ambigua, en la que podrían entrar metales tan importantes para la vida humana como puede ser el hierro”. “Sin embargo, no vemos a nadie renunciar a un buen plato de lentejas a la hora de comer” por miedo a consumir metales pesados, reflexiona el experto.

Aunque, como decimos, es cierto que el polvo desértico contiene titanio, vanadio, cromo y similares, estos se encuentran en una proporción y “una concentración muy baja” que “refleja muy bien la composición de las rocas en esa zona del planeta, por lo que sabemos que provienen de fuentes totalmente naturales” (otro motivo por el que sabemos que no “nos están fumigando”).

Parte de los materiales que conforman la nube de partículas sahariana sí pueden ser atraídas por imanes debido a sus propiedades, pero no supone un peligro

Son varios los vídeos por los que habéis preguntado a Maldita.es en los que aparece un pequeño montón de ‘arenilla’ apilado tras las lluvias de barro, las mismas que arrastran el polvo que conforma la calima hasta la superficie. En las imágenes, al acercar un imán al material, este se adhiere al objeto. ¿Tiene relación este tipo de polvo con los imanes y las reacciones magnéticas? Mendez es claro al respecto: “Por supuesto”. Eso sí: no entraña peligro alguno.

“En el polvo viajan minerales formados por óxidos de hierro, como la hematita o la magnetita. Que se vean atraídos por un imán es algo totalmente normal, natural y que no tiene ninguna repercusión más allá de la curiosidad que suscita”, explica el experto.

Carlos García Royo, geólogo miembro del Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) y piloto encargado a través del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación de fenómenos similares, coincide en Maldita.es, en referencia al proceso de imantación que presentan las partículas, que “está relacionado con los óxidos de hierro existentes en su composición, como la magnetita”.

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