Rusia bombardea un hospital infantil en Mariúpol y Zelenski dice que "hay niños" entre las ruinas

Hospital de Maternida de Mariúpol (Ucrania).
Hospital de Maternida de Mariúpol (Ucrania).
Ministerio del Interior de Ucrania.
Hospital de Maternida de Mariúpol (Ucrania).
Un ataque ruso, con varios bombardeos, destroza un hospital.
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La guerra es la pescadilla que se muerde la cola y apenas deja espacio para cualquier conato de luz al final del túnel. Los primeros escarceos de Rusia y Ucrania para avanzar a la paz —la apertura de seis nuevos corredores humanitarios y la marcha atrás de Zelenski en su idea de entrar en la OTAN— han sufrido un brusco frenazo tras los nuevos bombardeos rusos en la ciudad sureña de Mariúpol.

"Hoy, los rusos lanzaron una bomba de aire en el área del hospital y el hospital de maternidad, donde se encontraban las madres con niños", ha informado el Ministerio del Interior ucraniano sobre los destrozos causados por los proyectiles. Se habla de al menos tres muertos, uno de ellos un niños, y otros 17 heridos, pero Dmytro Gurin, miembro del Parlamento ucraniano, asegura que hay muchas mujeres muertas y afectadas. 

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha calificado el ataque como una "atrocidad" y avanza que "los niños están bajo los escombros". "¿Cuánto tiempo más seguirá el mundo siendo cómplice e ignorando el terror? ¡Declarad ahora mismo la zona de exclusión aérea! ¡Detened la matanza! Tenéis el poder, pero parece que estáis perdiendo humanidad", ha añadido en su cuenta de Twitter.  "El edificio de la instalación médica donde los niños fueron tratados recientemente está completamente destruido". Según los cálculos ucranianos en la ciudad de Mariupol han muerto 1.170 civiles desde el inicio de la invasión y el resto de la población que se encuentra sobre el terreno lleva varios días "sin agua, electricidad o gas", por lo que están "derritiendo nieve para beber".

Después de tres días de evacuaciones frustradas, un total de 5.000 personas pudieron salir esta jornada con éxito de la ciudad asediada de Sumy, al este del país. Las evacuaciones de Mariupol, Irpin o Járkov habían sido hasta ahora minoritarias, pero en la mañana de este miércoles se han pactado hasta seis corredores humanitarios en varias regiones afectadas de Ucrania. La situación de los civiles en varios puntos del país es crítica, dada la falta de suministros esenciales, en lo que Cruz Roja tilda de "apocalipsis". Los bombardeos han continuado durante la madrugada de este miércoles y las tropas rusas se reagrupan en torno a Kiev, donde se espera un nuevo intento de entrar en la capital en los próximos días.

Ataque al hospital infantil de Mariúpol
Ataque al hospital infantil de Mariúpol.
Carlos Gámez

Estas vías seguras vienen acompañadas de alto el fuego, que se producirán entre Energodar y Zaporiyia; Sumy, en dirección a la ciudad de Poltava; Mariúpol y Zaporiye; Volnovaja con Pokrovsk; y entre Pasas y Lozova (en la región de Kharkiv). El sexto corredor pactado incluye un recorrido en la región de Kiev, que alcanza Vorzel, Bucha, Borodyanka, Gostomel e Irpin, además de Stoyanka y Belgorodka, .

En dos semanas de invasión rusa más de dos millones de personas han huido ya de Ucrania, haciéndolo en muchas ocasiones sin la seguridad de no ser atacados. La falta de conceso para crear corredores seguros no solo frena la salida de ciudadanos, sino también la entrada de alimentos y medicamentos. "Esta situación es realmente apocalíptica para la gente, está empeorando, se están quedando sin suministros esenciales", alertó Ewan Watson, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Las autoridades de Rusia y Ucrania han anunciado la apertura de corredores humanitarios en la capital, Kiev, y otras ciudades del país -entre ellas Járkov, Mariúpol y Sumy-, en medio de las denuncias de Ucrania sobre la falta de voluntad de Moscú para permitir evacuaciones en estas localidades en medio de la guerra.(Fuente: DPA, EBS, Twitter)

Más bombardeos y Kiev vuelve a estar en el punto de mira

Según publicó este martes el Instituto para el Estudio de la Guerra, un think thank estadounidense, las fuerzas rusas se están concentrando en las afueras del este, noroeste y oeste de Kiev "para un asalto a la capital en las próximas 24 a 96 horas". Según esta organización, hay información de la aparición de fuerzas chechenas, formaciones de seguridad interna de Rosgvardia y la Compañía Militar Privada Liga (ex Wagner) en las afueras occidentales de Kiev, lo que aseguran puede indicar que el Ejército ruso está luchando para reunir suficiente poder de combate convencional para lanzar su asalto a la capital.

Mientras tanto, las sirenas antiaéreas han vuelto a sonar en Kiev, Yitomir, Vasilkov o Vinitsia, según el diario local 'The Kiev Independent', quien informa de la llegada de voluntarios extranjeros que en un futuro podrán obtener la ciudadanía ucraniana si así lo desean, tal y como ha reconocido el primer viceministro de Interior, Yevhen Yenin. El Kremlin, por su parte, reconoció por primera vez que algunos de los efectivos desplegados en Ucrania en el marco de la invasión rusa del territorio no son militares profesionales, algo que las autoridades rusas han dicho estar investigando.

Como resultado de los bombardeos, al menos 150 personas fueron evacuadas de una casa en Járkov y alrededor de 200 de otra, ha dicho el Departamento de Comunicaciones de la Policía de la región, según ha recogido la agencia de noticias Ukrinform. En este sentido, ha señalado que Rusia sigue bombardeando infraestructura crítica, como subestaciones eléctricas y viviendas civiles en Járkov.

Para tratar de paliar esta situación, el Gobierno ucraniano ha pedido que occidente envíe también armamento pesado, específicamente aeronaves. La lucha por el cielo ha estado desde el inicio de la guerra desequilibrada, ya que Moscú ha dominado por completo este aspecto. Polonia confirmó que pondría sus aviones a disposición de la fuerzas ucranianas, pero la respuesta de Moscú no se hizo esperar.

El Kremlin ha advertido esta semana de que cualquier entrega de aviones que despegue desde otro país a Ucrania se declararía como acto de guerra. Este anunció frenó los planes polacos, que rectificaron y afirmaron que trasladaría sus MiG-29 a Alemania para que fuera EE UU y la OTAN quienes los entregaran a Ucrania, algo que desde el Pentágono no ven "sostenible".

Zelenski suaviza su posición y aleja a Ucrania de la OTAN

Volodímir Zelenski quiere "la paz". El presidente ucraniano es consciente de que los combates, crudos, duros, inhumanos, no se pueden alargar eternamente y también sabe que Rusia mantiene posiciones maximalistas. El Kremlin hizo tres peticiones drásticas y una de ellas, que es la neutralidad de Ucrania a través de la no entrada en la OTAN parece abrirse como una posibilidad para Kiev. Zelenski, de hecho, en una entrevista en ABC News, dijo entender que la opción de entrar en la Alianza "se ha enfriado".

Mientras, el mandatario sigue aspirando a un cara a cara con Vladimir Putin para encontrar una solución, incluso pese a que las pretensiones de Moscú pueden resultar inasumibles. En todo caso, Zelenski también parece abierto a hablar sobre el reconocimiento de la independencia del Donbás y de Crimea. Sobre la OTAN, insistió, el debate ha entrado en un punto de incertidumbre. "La Alianza tiene miedo a las cosas controvertidas y a la confrontación con Rusia. Nunca he querido ser de un país que esté pidiendo algo de rodillas. No vamos a ser ese país, y yo no quiero ser ese presidente", sentenció.

Esa posición resulta destacada sobre todo porque este jueves se celebra una reunión en la ciudad turca de Antalya entre el ministro de Exteriores ucraniano, Dymitro Kuleba, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov. Se trata del primer encuentro de alto nivel desde el inicio del conflicto y después de tres cónclaves entre las delegaciones en los que solo se produjeron tímidos avances. "Nos prepararemos para la próxima ronda de conversaciones por el bien de Ucrania. Por la paz", sostuvo Zelenski.

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