La Resistencia recibió este martes la visita de la nadadora y líder del equipo español de sincronizada Ona Carbonell, que presentó el documental Ona Carbonell. Empezar de nuevo, estrenado en Rakuten TV el 2 de marzo.

La deportista le llevó varios regalos, como ya es tradición en el espacio de Movistar, a Broncano, entre los que se encontraban uno de los bañadores que había usado la nadadora en competición y el gorro de piscina, ambos de la selección española.

Pero Carbonell, embarazada de su segundo hijo –aunque no quiso desvelar el sexo en el programa y solo se lo contó al presentador-, repasó junto al jienense su experiencia de ser madre y deportista de élite.

"Preparando los Juegos Olímpicos estaba embarazada de cinco meses, entrenaba dos días a la semana, dos horas, cuando, normalmente, hacemos 10 horas en la piscina, seis días a la semana", explicó la invitada.

Señaló que "para el bebé el agua va muy bien, pero no puedes hacer cosas explosivas y hay que ir con cuidado". Broncano le preguntó si había dudado a la hora de intentar llegar a la competición.

MOVISTAR

"Tuve varios momentos de duda y de pensar que no me sentía ni buena madre ni buena deportista porque al final, ni con una cosa ni con la otra llegaba a ninguna parte", admitió la deportista.

"Y, sobre todo, como la mayoría de las madres, no dormir y luego entrenar 10 horas, con la lactancia y todo... la fatiga física era tanta que ya mentalmente y emocionalmente estaba hecha un desastre", añadió.

"Me sentía mal porque al final era la más experimentada del equipo y tenía que aportar, pero había días que estaba fatal. Me vino bien que se retrasasen porque había renunciado a los Juegos al estar embarazada, pero con la ayuda de todo el mundo llegué", aseguró.

Para concluir destacó que "hay mujeres en otros campos que les dificultan la conciliación muchísimo y es casi imposible. Esto es un poco una reivindicación de decir que se puede, no hay que renunciar, pero necesitamos que entre todos nos ayudemos y sea más fácil".