El amor está en el aire, y si es en el aire del taller de Maestros de la costura, aún más. Y no, no es entre Eduardo Navarrete y Anthony, aunque al primero así le gustaría, sino que es entre Pablo y Lluís.

La unión de veteranos y nuevos aprendices ha hecho que se unan concursantes de todo tipo, pero esto no ha impedido que entablen amistades. Ya en el primer programa se dejó caer que en la casa en la que conviven fuera de cámaras se vio algo de flirteo entre ambos, pero solo les ha hecho falta una segunda emisión para pasar a mayores.

Y, por su alguno de los dos lo quería mantener en secreto, ya estaba Eduardo Navarrete para revelarlo. "Yo de verdad, lo he conocido este año [a Lluís] y pensaba que era mucho más insoportable. Pero está supercontento porque, aparte... Bueno, voy a contarlo: he sido testigo del primer piquito".

"Pablo y yo somos novios, oficial", respondió con humor el exaprendiz de la cuarta temporada. "Oye, me encanta esta mezcla, lo clásico y lo moderno", comentó Palomo Spain. "Hombre, es que son antagónicos. ¿Cómo es de fuerte?", dijo Navarrete.

Pero Pablo, por su parte, opinó algo diferente en solitario. "Nos llevamos muy bien, nos estamos conociendo, pero como amigos, por favor. ¿Nos habéis visto? Si somos el agua y el aceite. Aunque bueno, nunca se sabe...", comentó frente a las cámaras.

Sin embargo, su unión es más que evidente, y se hizo palpable en la prueba de exteriores, donde Pablo era capitán y terminaron trabajando juntos. "A ver si nos compenetramos bien en la prueba y no nos pegamos mucho", declaró, mientras que Lluís confesó que le gustaba su equipo. "Le gusta el capitán", dijo su supuesto novio.

Y, al inicio de la prueba, incluso su relación sirvió de arma arrojadiza contra sus compañeros. "Tú imponte, que eres el jefe de taller. Si tienes que mandarme a callar, porque hablo mucho, mándame", le dijo Caterina a Pablo. "Pues cállate, Caterina", espetó Lluís.

"Oye, ¿tú quién eres?", recriminó ella, a lo que él respondió tajante: "¿Yo? El novio del jefe de taller".