¿Se tambalea la estructura de poder de Putin?: Occidente ahoga a los oligarcas para tratar de desgastar al líder ruso

El presidente ruso, Vladimir Putin.
El presidente ruso, Vladimir Putin.
EFE
El presidente ruso, Vladimir Putin.

La cleptocracia se define como el sistema de gobierno en el que prima el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos. Para muchos eso es lo que instalado Vladimir Putin en Rusia en las décadas que lleva apostado en el poder. Se ha rodeado de una red de oligarcas que le sostienen y que apoyan todas sus maniobras. Al menos hasta ahora. La invasión rusa de Ucrania puede suponer un punto de inflexión para que esa red se tambaleé, sobre todo a partir de las sanciones impuestas contra las cabezas visibles del régimen de Putin.

El propio presidente y el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, forman parte de la lista de sancionados y tienen sus fondos en occidente completamente congelados. Se han sumado a la lista de la Unión -y también de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá- otros nombres como el de Dimitri Peskov, secretario de prensa de Putin, Mijail Fridman, dueño de los supermercados Día, Sergéi Roldugin, otro de los grandes empresarios pro Putin o Alexander Ponomarenko, que gestiona uno de los principales aeropuertos del país. Habría que añadir también a militares como Rustam Muradov o Andrey Sychevoy. 

Además, tienen vínculos con España otros nombres del listado como son el empresario de las telecomunicaciones, Viktor Vekselberg; el magnate de los minerales y ya expresidente del Chelsea, Roman Abramovich; el presidente de Lukoil, Vagit Alekperov y el constructor Andrey Molchanov. Todos ellos forman parte de un núcleo de intocables que quizás a partir de ahora ya no lo sean tanto.

 Emilio Ordiz, nuestro experto en política internacional, nos cuenta las claves.

Por lo pronto, los multimillonarios rusos Mikhail Fridman y Oleg Deripaska se han posicionado ya en contra del Kremlin. Fridman pidió que termine "el derramamiento de sangre" en Ucrania. "Mis padres son ciudadanos ucranianos y viven en Lviv, mi ciudad favorita. Pero también he pasado gran parte de mi vida como ciudadano ruso, construyendo y haciendo crecer negocios. Estoy profundamente apegado a los pueblos ucraniano y ruso y veo el conflicto actual como una tragedia para ambos", escribió en una carta. Deripaska, por su parte, quiere que se "intensifiquen las negociaciones" y ve urgente "acabar con el capitalismo de Estado" que representa Putin.

José Luis Orella, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad CEU San Pablo, comenta a 20minutos que los oligarcas son "los grandes privilegiados de la situación pos soviética" y Putin cuando accedió al poder hizo que fuera ese grupo el que sufriera la teórica "campaña anti corrupción" que desarrollo en sus primeros años como presidente. Ahora lo que busca es que la nueva generación de oligarcas "no se meta en política" para que él pueda aglutinar todo el control. Son, por tanto, un elemento muy importante en el régimen y ahora, con la invasión de Ucrania tienen, en palabras del profesor, "una labor importantísima" para "apuntalar al régimen o incluso desmontarlo" y situar llegado el caso a otra persona en el asiento de mando.

"Putin busca que la guerra sea corta para evitar el descontento de la sociedad rusa y si se alarga los oligarcas podrían erigirse como portavoces de una población rusa que no quiere" este conflicto, asegura Orella. La oligarquía además mira con lupa, como resulta evidente, cuánto daño le pueden hacer las sanciones impuestas por Occidente, pues son los que más las van a sufrir. En Rusia, según los datos más recientes del World Inequality Database, el 1% más poderoso aglutina casi la mitad (en torno a un 48%) de la riqueza del país.

Álvaro de Argüelles, analista del UN Democracy Fund, explica, por su parte, que los oligarcas si podrían "retirar cierto apoyo a Putin" ante las sanciones, pero en todo caso esto no sería ni mucho menos decisivo porque el régimen controla "todos los aparatos de seguridad" y los multimillonarios y empresarios "corren el riesgo" de que ese sistema se "active contra ellos" hasta con penas de cárcel. Para De Argüelles es "inimaginable" que Putin vaya a perder el poder pese a la invasión de Ucrania.

"Llevan mucho tiempo preparándose para ello"

En cualquier caso, el analista reconoce que aunque las sanciones adoptadas por Occidente contra Rusia no tengan precedentes, los oligarcas "llevan mucho tiempo preparándose para ello" y tendrán sus propios recovecos para "escapar" de los efectos de estas medidas. De hecho, De Argüelles explica que algunos incluso cuentan "con seguros" para situaciones como la actual. Desgastar, asfixiar y aislar del todo a Rusia y a sus poderosos no es tan sencillo como puede parecer.

No obstante, en ese plan para dar la espalda al Kremlin entra en juego por ejemplo la expulsión de siete bancos rusos del sistema de intercambio de divisas SWIFT. Son Bank Otkritie, Novikombank, Promsvyazbank, Bank Rossiya, Sovcombank, Vnesheconombank (VEB) y VTB Bank. Pero hay dos entidades importantes que se quedan fuera de las sanciones, la más grande (Sberbank) y el más relevante para los pagos del gas (Gazprombank). Eso sí, otro paso que podría 'quemar' la paciencia de los oligarcas es la congelación de las reservas del Banco Central Ruso en Occidente, que ascienden al 40% del total.

Para Pablo del Amo, analista de Descifrando la Guerra, el poder en Rusia "está mucho más concentrado de lo que parece" bajo la figura de Vladimir Putin, que cuando llegó a la presidencia sí veía una capacidad de mando "más descentralizada en ciertos oligarcas". Pero precisamente, dice, lo que ha conseguido Putin es "tomar las riendas" con una élite a su alrededor. "Es él quien manda en el país", sentencia.

"Todo depende de cómo vaya la guerra: si gana Rusia con victoria aplastante ahí Putin evidentemente se salva"

"Todo depende de cómo vaya la guerra: si gana Rusia con victoria aplastante ahí Putin evidentemente se salva", comenta. Pero hay un matiz. "Si la victoria no es aplastante habrá quiebras en el sistema" y, sobre todo, considera Del Amo, "si por una casualidad [Rusia] pierde" no hay que descartar que el Gobierno de Putin "caiga". Del Amo "no descartaría ese escenario", que puede darse aunque vista la evolución de la invasión parece poco probable. El analista recuerda que los Siloviki, que son los políticos 'fuertes' de Rusia, son "más jóvenes" ahora y pueden "moverle la silla a los mayores", entre ellos el propio Putin.

Y más allá de esto está, añade, "la situación económica" para los ciudadanos porque además la sociedad rusa "no acoge bien" la guerra. "El relato de Rusia siempre ha sido que Ucrania es una nación hermana", cuenta Del Amo. Por lo tanto, la invasión "no encaja" con ese mensaje y en parte por eso se están viendo movilizaciones en distintas ciudades rusas, que se han repelido ya con miles de detenidos.

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