Harry y Meghan reaparecen como estrellas para recoger un premio de la comunidad afroamericana

El príncipe Harry y Meghan Markle en el festival Global Citizen
El príncipe Harry y Meghan Markle en el festival Global Citizen
EFE
El príncipe Harry y Meghan Markle en el festival Global Citizen

Habían pasado algo más de tres meses desde la última aparición pública de los duques de Sussex, cuando lo hicieron casi como estrellas que llevasen toda la vida entre estudios hollywoodienses en la Intrepid Museum's Salute to Freedom gala, en Nueva York. Pero este sábado subían al escenario y dejaban constancia de que no había un "casi" que valiera: son estrellas mediáticas de los pies a la cabeza.

Fue en la gala de los Premios Image de la Asociación Nacional Americana para el Avance de la Gente de Color (NAACP). El príncipe Harry y Meghan Markle, quienes vestían conjuntos de diseñadores afrodescendientes, recibían el llamado President's Award, que les reconoce sus especiales logros y el gran servicio público que han hecho en la búsqueda de reducir la brecha entre culturas y por "haberse unido a la lucha por la igualdad tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo". Se trata de un galardón que han recibido personalidades como Muhammad Ali, Spike Lee, Colin Powell, Ella Fitzgerald, las hermanas Williams, LeBron James o Rihanna, entre otros.

En el discurso que dieron aceptando el galardón, Harry, de esmoquin y pajarita, comenzó dándole las gracias a la comunidad afroamericana por acogerlo tan calurosamente. Sin embargo, las miradas estaban puestas sobre todo en Meghan, con un espectacular traje asimétrico en varios todos de azul, quien fue acompañada por su madre, Doria Ragland, a la entrega de premios. También estaba presente, de otra forma, Lady Di, dado que la duquesa llevaba una pulsera que perteneció a su suegra.

Para empezar, aseguró que "no podría estar más orgullosa". "Inspira el solo pensar en el legado de los Image Awards, que empezaron muy poco después de que se aprobasen la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Derecho al Voto de 1965", inició su discurso Meghan, que recordó que "hoy podemos continuar ese legado restableciendo la protección federal del voto" en Estados Unidos "y cumpliendo la labor de gigantes de los derechos civiles, como el difunto John Lewis".

"Nos sentimos profundamente honrados de estar aquí en compañía de tantos ilustres galardonados", dijo Meghan. "Antes de empezar, nos gustaría mandar un recuerdo al pueblo de Ucrania, que necesita urgentemente nuestro apoyo como comunidad mundial", continuó Harry, que no negó su procedencia privilegiada: "Se puede decir que vengo de un entorno muy diferente al de mi increíble esposa, pero nuestras vidas se unieron por una razón. Ambos compartimos un compromiso con una vida servicial, una responsabilidad de luchar contra las injusticias y la creencia de que los más ignorados son quienes deben ser escuchados con mayor urgencia".

Meghan más tarde recordó que se mudaron a Los Ángeles poco después del asesinato de George Floyd que dio un nuevo impulso al movimiento Black Lives Matter: "Para los estadounidenses afrodescendientes, esos nueve minutos y 29 segundos trascendieron el tiempo, invocando nuestros siglos de heridas no curadas".

En los meses que siguieron, mientras mi esposo y yo hablábamos con la comunidad de los derechos civiles, nos comprometimos, junto con nuestra organización, Archewell, a iluminar a aquellos que están impulsando la justicia racial y el progreso", añadió, así como que se han asociado con la NAACP para crear un premio a los Derechos Civiles Digitales que reconocerán la labor de personas que busquen transformar el mundo utilizando para ello la tecnología.

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