Falta de apetito, problemas con el arenero, estereotipias... Cómo detectar si tu gato está estresado y solucionarlo

  • Los felinos son animales muy sensibles por lo que cualquier cambio en el ambiente puede provocar una reacción emocional en el gato y afectar a su comportamiento y su salud.
  • Para prevenir y reducir el estrés hay que ofrecerle al felino un entorno confortable con lugares seguros y tranquilos donde pueda refugiarse.
Los gatos son animales muy sensibles a los cambios de ambiente y eso les hace altamente estresables.
Los gatos son animales muy sensibles a los cambios de ambiente y eso les hace altamente estresables.
©Gtresonline
Los gatos son animales muy sensibles a los cambios de ambiente y eso les hace altamente estresables.

Todos los gatos, al igual que los seres humanos, pueden sufrir estrés. De hecho, son animales muy sensibles a los cambios de ambiente y eso les hace altamente estresables. En principio, el estrés no es malo. Se trata de una respuesta fisiológica a lo que el animal percibe como un peligro. El instinto de supervivencia sale a la superficie y se prepara para luchar o escapar de esa amenaza. Pero, ¿qué ocurre cuando ese estrés es desproporcionado respecto al peligro presente en el ambiente o se prolonga durante el tiempo? Pues que puede afectar de forma muy importante tanto a su salud física como a la psíquica y provocar cambios importantes en el comportamiento del felino.

¿Qué síntomas muestra un gato estresado?

Existen determinados cambios de comportamiento y también físicos en los gatos que pueden hacer saltar las alarmas de sus cuidadores. Por lo tanto, conviene estar atentos para detectarlos y así poder tratar este problema antes de que empeore. Estos son algunos de los más comunes:

  • Hace sus necesidades fuera del arenero o en lugares no habituales de la casa.
  • Muestra conductas compulsivas o también denominadas estereotipias: lamerse de manera excesiva, contraer de forma espasmódica los músculos de la espalda, autoagresión...
  • Come menos, de más o deja de comer del todo.
  • En algunos casos el gato puede ingerir objetos extraños como trozos de tela.
  •  Marca con la orina o con las uñas más de lo habitual.
  • Abre la boca de manera exagerada o continua.
  • Se muestra especialmente apegado.
  • En otros casos, aumenta la agresividad o se muestra esquivo.
  • Hiperactividad.
  • Vocalización excesiva.

Por su parte, las señales físicas de estrés en el gato más frecuentes son:

  • Cistitis.
  • Colitis.
  • Asma bronquial.
  • Fatiga.
  • Alopecia.
  • Anorexia.
  • Infecciones.
  • Hipersensibilidad.
  • Aumento de enfermedades líricas y autoinmunes.

¿Qué factores pueden causar estrés en un gato?

El Grupo de Medicina Felina de AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales) señala que casi todos los desencadenantes que pueden causar o exacerbar el estrés en el gato son de origen ambiental. Los felinos son animales muy sensibles por lo que estos cambios en el ambiente pueden provocar una reacción emocional en el gato y afectar a su comportamiento y su salud. Algunas de las situaciones que con frecuencia generan ansiedad en los gatos son:

  • Falta de enriquecimiento ambiental.
  • Una socialización temprana inadecuada.
  •  Manipulaciones o inmovilizaciones forzadas.
  • Situaciones conflictivas y castigos.
  • Una mudanza.
  • La llegada de un nuevo animal a la familia.
  • La llegada de un bebé.
  • Cambios de mobiliario o reformas en casa.
  • Ruidos fuertes y constantes.
  • Cambios importantes en las rutinas.
  • Soledad prolongada.
  • Visitas de extraños a la casa, sobre todo si las interacciones son bruscas o desagradables.
  • A esto podrían sumarse situaciones como pasar tiempo fuera de casa por vacaciones (recordemos que los gatos son muy territoriales), visitas al veterinario, viajes en transportín...

En la mayoría de ocasiones, existe más de una causa de estrés pero también hay que tener en cuenta que, a veces, puede que la causa del estrés no llegue a encontrarse. En este caso conviene consultar con el veterinario o un etólogo felino.

¿Cómo prevenir y tratar el estrés?

Tanto si se desea prevenir el estrés como tratarlo si el gato ya manifiesta algún síntoma estos son algunas de las recomendaciones a seguir según los etólogos:

  • Si el gato todavía es joven potenciemos una socialización temprana adecuada.
  • Cuidar su salud con una buena alimentación, una buena higiene, revisiones veterinarias periódicas...
  • Mejorar su entorno proporcionándole espacios independientes para su higiene, alimentación y descanso, así como refugios o lugares seguros y tranquilos donde pueda refugiarse sin que nadie le moleste. Ofrecerle un entorno confortable ayuda al minino a ganar confianza para enfrentar los posibles cambios que se puedan producir.
  • Estimularle tanto física como mentalmente con juguetes, zonas de juego, rascadores... En 2014, un estudio realizado por el Departamento de Ciencias Clínicas de Animales de Compañía de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) determinó que las cajas reducen el estrés en los gatos. Además, el juego y el ejercicio generan endorfinas, que combaten el estrés y mejoran el vínculo afectivo con el cuidador.
  • Intentar que cualquier cambio que pueda afectarle se produzca de manera progresiva para que se vaya acostumbrando a las nuevas situaciones.
  • En el mercado existen aerosoles, collares y complementos que contienen feromonas. Estos productos imitan a las feromonas que usan los gatos para marcar su territorio y les hacen sentir más seguros.
  • Acudir al veterinario o a un etólogo si el estrés persiste en el tiempo.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento