En ocasiones, cubrir una noticia puede costarte tu integridad física. Esto es, justamente, lo que le ocurrió a un reportero de Espejo público y su cámara que, cuando trataban de informar acerca de la okupación de una vivienda, se vieron sorprendidos por los delincuentes. Estos, armados con palos, comenzaron a intimidar y golpear a los comunicadores, que tuvieron que marcharse corriendo del lugar.

A las 9:00 horas, el equipo se citó con una familia de La Cistérniga, en Valladolid, para contar su caso: su vivienda había sido okupada por doce personas. Los comunicadores trataron de que los delincuentes dieran su versión de los hechos, pero estos se negaron. Al comenzar la conexión en directo, los okupas salen y atacan tanto al periodista como a los cámaras.

Uno de los hombres salió de la vivienda con un palo con el que comenzó a golpear a las tres personas del equipo del matinal de Antena 3. El periodista Miguel Ángel Silva ha comentado que recibió varios golpes en la espalda y en las manos, por los que está a la espera de poder hacerse una radiografía. También sus compañeros recibieron varios ataques e, incluso, tras refugiarse en el coche, el delincuente golpeó a uno de ellos en las costillas en repetidas ocasiones.

Denuncian que crece la okupación en la zona sur de Madrid en municipios como Móstoles o Parla

El periodista ha explicado, además, que los vecinos de la zona tuvieron que salir en su auxilio y los metieron en  un portal. Al verlo, los okupas se ensañaron con la fachada y los cristales del edificio. Una de las vecinas les aseguró que uno de los okupas llevaba una escopeta.

Al ver que la Policía Municipal no hacía nada por frenar a los delincuentes, los profesionales decidieron llamar a la Policía Nacional, quienes sí se atrevieron a encarar a los okupas y, tras identificarlos, la trifulca se dio por zanjada.

Silva ha agregado que tendrán que presentar una denuncia contra los okupas por la agresión que han recibido, aunque los delincuentes también habrían amenazado con plantear acciones legales. Los vecinos, por su parte, han señalado que se trata de okupas peligrosos y que, además, uno de ellos acaba de salir de la cárcel tras haber cumplido condena por el asesinato de su mujer.