El Partido Popular solo ha necesitado dos horas y un kilómetro y medio, los que separan la Puerta del Sol de Génova, 13, para dinamitar sus filas. La primera voladura pública la accionó la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que no toleró las filtraciones e insinuaciones de corrupción por parte de la dirección nacional, a quien acusó de urdir una trama de espionaje para desprestigiarla. 

Suponía el anuncio público de una guerra soterrada desde hace meses. Declarado el conflicto, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, desgranó la otra versión de la tramoya tras unas acusaciones "gravísimas, casi delictivas", que abrirán un "expediente informativo" a Ayuso y que lleva desde octubre sin aportar explicaciones al partido por las adjudicaciones a su entorno.

"En septiembre del año pasado, el Partido Popular recibió información de un supuesto cobro en beneficio del entorno de Isabel Díaz Ayuso. Posteriormente conocimos que esta información estaba también en manos de la oposición y de determinados medios de comunicación", ha relatado Egea, en contraposición a la versión aportada por Ayuso previamente, según la cual la información llega a conocimiento de Casado procedente de Moncloa. 

El número 2 del PP ha aludido a una reunión en septiembre entre Casado y Ayuso en la cual, "desde la absoluta confianza en la honorabilidad de las personas", se comunicó a Ayuso la situación, "haciendo partícipe en todo momento a la presidenta de la Comunidad de Madrid". 

Un mes después, el 20 de octubre, Egea asegura que se reunió con Isabel Díaz Ayuso y que la emplazó a "aportar más información" para esclarecer el contrato de su entorno, siguiendo el protocolo de buenas prácticas del partido.  "Hasta el día de hoy ha sido en vano, no hemos recibido ninguna aclaración", ha sentenciado el secretario general del PP, que ha desmentido "de forma tajante" la presunta contratación de una agencia de detectives y la elaboración de un dossier sobre la presidenta madrileña, algo que hubiera supuesto el cese inmediato del partido, asegura. 

Pese a lo expuesto, el PP vincula el origen del comportamiento de Ayuso en las diferencias entre la dirección nacional y la presidenta madrileña por la celebración del congreso del partido en Madrid. "La respuesta es sí", se ha contestado el propio Egea en una pregunta retórica durante la comparecencia. "Desde el pasado verano, lo único que recibe esta dirección, en vez de una respuesta clara, es una campaña masiva de ataques, infundios y calumnias", ha sostenido, en relación a la manera de obrar del entorno de la presidenta. 

"Nunca pude imaginar esta reacción. Desde la dirección nacional lo único que se ha hecho ha sido apoyarla en sus momentos de mayor dificultad y soledad. El presidente Casado la ha apoyado firmemente a lo largo de 17 años", ha mencionado Egea en alusión al largo recorrido común de ambos dirigentes desde que ingresaran en Nuevas Generaciones. 

Casi al final de la comparecencia, llegó uno de los ataques más sugerentes del secretario general: "Se puede tener un buen resultado electoral, pero eso no exime del deber de rectitud y de lealtad".