Aunque la huelga de autobuses de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) de este jueves no ha carecido de momentos de indignación entre los viajeros, ha sido más llevadera de lo que podría haber sido si se hubiera dado el peor de los escenarios. Y es que su seguimiento ha estado lejos de ser masivo. El operador de transporte público ha informado de que han circulado el 60% de los vehículos y de que el 80% del personal de talleres y oficinas ha trabajado.
Así y todo, durante el paro, que ha durado desde la 9 hasta las 15 horas, los empleados de la red de autobuses que han secundado la protesta –tenía el apoyo de los sindicatos CGT, SIT, ACTUB, CCOO, UGT yACAT– han hecho oír su voz. Ha sido con una marcha que ha empezado a las 11 horas frente a la Delegación del Gobierno y ha acabado en la plaza de Sant Jaume, donde se encuentran el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat. Se han manifestado unas 600 personas, según la Guàrdia Urbana, y un millar, según los sindicatos, y sus reclamaciones principales han sido tres: la dimisión de la presidenta de TMB, Laia Bonet, la jubilación de los conductores a los 60 años y el retorno de los 25 millones de euros que TMB no abonó a la plantilla por un error de cálculo durante 18 años.
En las paradas de bus no ha habido grandes aglomeraciones de viajeros, aunque sí han estado más llenas de lo habitual. Algunos se han enterado allí mismo de la huelga. Taina, que esperaba en la parada del Passeig de Gràcia con la Gran Via, ha contado que "no sabía" que estaba convocado un paro. "Igualmente voy a esperar porque tengo que ir a trabajar", ha afirmado. Por su parte, Antonia ha explicado que llevaba "media hora esperando al 7". Ha tenido que avisar en el trabajo de que llegaría tarde y la huelga le ha parecido "muy mal".
Durante la manifestación, se han oído y leído en pancartas proclamas como "Laia Bonet, dimisión", "¿Dónde están los 25 millones de euros?" o "La única lucha que se pierde es la que se abandona".
Los conductores han pedido el cese de Bonet tras la polémica generada en Twitter cuando una mujer acusó a un chófer de no dejar bajar sus hijas en la parada solicitada. La presidenta de TMB le dio credibilidad antes de acabar la investigación, que concluyó que la actuación del trabajador había sido correcta. El representante de CGT en el sector del bus, Saturnino Mercader, ha afirmado que "no es suficiente con las excusas" que dio luego Bonet.
Aunque tras el error de cálculo de 18 años por el que se dejaron de pagar 25 millones de euros a la plantilla, la empresa se comprometió a retornar el importe del último año, los manifestantes han reclamado una devolución retroactiva desde el principio.
La convocatoria para exigir la jubilación a los 60 la convocaron en toda España transportistas de viajeros y mercancías y los trabajadores de TMB se han sumado a ella.
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