La serie 'Entrevías' indigna a los vecinos: "Nadie va con una pistola bajo el brazo, somos familias humildes y trabajadoras"

La calle Calero de Pita.
La calle Calero de Pita.
Khadija Bousmaha
La calle Calero de Pita.

"Hijos de puta los hay de todos los colores, pero todos acaban en Entrevías". Así acaba el tráiler de Entrevías la nueva serie de Alea Media y Mediaset que toma su nombre de un conocido barrio del sur de Madrid, en Vallecas. El estreno del primer capítulo, en el que aparecen imágenes de prostitución, delincuencia, robos, bandas latinas, narcotraficantes o policías corruptos, ha levantado ampollas entre los vecinos de la zona por la "estigmatización" que se hace de su barrio en la serie: "Ese no es nuestro Entrevías, ni el de la gente mayor ni el e los jóvenes. No sales a la calle con sensación de peligro, esto no es el Bronx", asegura Francisco Pérez Carazo miembro de la junta directiva de la AV la Paz.

La serie narra la historia de Tirso Abantes (José Coronado) un huraño exmilitar metido a ferretero que no puede soportar la sociedad multicultural y globalizada en la que vive. Un día, por un conflicto familiar se ve obligado a cuidar de su nieta Irene (Nona Sobo), una joven adoptada de origen vietnamita rebelde e incontrolable que planea fugarse con su novio colombiano, Nelson (Felipe Londoño). En medio de la historia, se entrecruzan la trama de Ezequiel (Luis Zahera), un policía corrupto, problemas de bandas latinas, peleas, narcotráfico, prostitución, trapicheo...Y todo ello, sucede no en un lugar ficticio, sino en Entrevías, un barrio del sur de Madrid. 

"El barrio (Entrevías) es una parte viva" de la serie, aseguró David Bermejo, el creador de la serie en la rueda de prensa en la que se presentó. Aparece en ella con una entidad propia, con enclaves señalados del barrio, con localizaciones...y las historias ficticias se mezclan con la supuesta realidad del barrio. "Entrevías es el retrato de un barrio", comentó Aitor Gabilondo, productor ejecutivo de Alea Media, "de un barrio problemático", añadió el actor Luis Zahera. 

Pero, para los vecinos de esta localidad, es un retrato equivocado que solo colabora con la estigmatización que ya tiene: "Nuestro barrio apareció en los años 80 por la problemática de la heroína y desde entonces estamos marcados por ese estigma y cualquier cosa que pase se deforma. Pero en Entrevías pasa lo que pasa en cualquier parte, teniendo en cuenta que es un barrio del sureste, con bajo nivel socioeconómico y la vulnerabilidad que eso conlleva", asegura a 20minutos Pérez Carazo.

"No se merece llevar el nombre de Entrevías"

"Lo que han hecho es meter todos los elementos peyorativos del conjunto de los barrios de toda la ciudad y meterlos todos en Entrevías", se queja Manuel Martínez Lázaro, presidente de la AV La Viña. "Han querido dar una imagen de yonquis, pandilleros, chorizos y prostitutas, eso es lo que están proyectando. Y no estamos dispuestos a que nuestro barrio se identifique con eso".

"Tenemos en cuenta que se trata de una serie y que los personajes no son reales, pero el barrio sale marcado, visibilizado, con zonas del barrio identificativas y se mezcla todo", añade Pérez Carazo. Tan solo con el primer capítulo de la serie, los vecinos ya han podido observar que la realidad que muestra no se ajusta para nada a la que ellos viven. "En Entrevías no hay prostitución, estas imágenes que muestra la serie de chicas en fila enseñando sus cuerpos, tampoco hay bandas latinas, nadie va con una pistola debajo del brazo", asegura Martínez, "si lo que querían era dibujar un gueto, Entrevías no lo es".

"Aquí no se sale con sensación de peligro a la calle. Esto no es el Bronx"

Especialmente indignados están estas asociaciones vecinales, las principales de la zona, con esa frase que cierra el tráiler de la serie: "Hijos de puta los hay de todos los colores, pero todos acaban en Entrevías". "Nadie tiene derecho a machacar así a una población, a generalizar de ese modo, eso es señalar y estigmatizar a todo un colectivo", cuenta el presidente de la AV La Viña.

"Si la tónica de la serie va ser la del primer capítulo, no se merece llevar el nombre de Entrevías. La podían haber llamado simplemente 'el ferretero justiciero'", critica Pérez Carazo, "O haberla llamado 'Moncloa', o 'Barrio de Salamanca', pero no se habrían atrevido", asegura Martínez. La indignación de estas asociaciones es tal, que han conseguido, según adelantan a 20minutos, que Mediaset les conceda una reunión este lunes en la que pedirán que se deje claro que al serie es una ficción que no se identifica con su barrio.

"La imagen de la inmigración no se corresponde con la realidad"

Uno de los puntos que más preocupa a los vecinos, es la imagen de la inmigración del barrio que se da en la serie. En ella, a muchos de estos personajes se les representa como ladrones, maleantes o traficantes a mayor o menor escala. Ambas asociaciones reconocen que en el barrio hay una inmigración pero no como la que se pinta en la serie.

 "La imagen que da no se corresponde con la realidad. Hay una inmigración de familias trabajadoras que llevan más o menos tiempo en el barrio y que tienen la preocupación de salir para adelante, que llevan a sus hijos a los coles del barrio. Puede haber trifulca, como en todos lados, pero el porcentaje es realmente bajo", dice a 20minutos Pérez Carazo. "En la serie se ven unas situaciones de delincuencia, de trapicheos, de narcopisos y de enfrentamientos de bandas con el matiz de querer meter ahí a toda la inmigración latina, que es muy importante en el barrio y con la que se convive de forma muy tranquila".

"Han querido dar una imagen de yonquis, pandilleros, chorizos y prostitutas. No estamos dispuestos a que se nos identifique con eso"

Martínez lo califica como "la total estigmatización" del colectivo de migrantes de Entrevías: "No se corresponde con la realidad, no se puede decir que todos los magrebíes son unos traficantes, ni que todas las personas racializadas son ladronas, no han sido nada rigurosos. Pero tampoco es que a otros colectivos, como la Policía, a la que nosotros respetamos, se les deje muy bien".

"No vamos a ocultar lo que hay"

Fuera de todo esto, los vecinos reconocen que el barrio tiene "problemas", pero no como los que se muestran en la pequeña pantalla. Reconocen que hay "pequeño trapicheo y pequeño consumo de droga" zonas que están "más afectadas que otras". Pero ambos lo achacan, sobre todo, al alto porcentaje de paro juvenil de la zona.

"Los jóvenes no tienen futuro", dicen ambos, y cuando no hay trabajo, ni futuro, es muy fácil que prolifere el trapicheo. "No hacen vida en entrevías, suelen salir del barrio porque no tienen cines, espacios culturales, espacios donde juntarse...", asegura Martínez.

"No vamos a  ocultar lo que hay en Entrevias. Hay un abandono de las administraciones y eso causa problemas del día a día: la limpieza de nuestras calles, los espacios interbloques, las viviendas que no tienen ascensores y los vecinos mayores no pueden bajar, entidades bancarias que tienen a los abuelos dos horas en la puerta a 0 grados para cobrar la pensión porque ya no les atienden...", problemas que puede tener cualquier barrio del sureste de Madrid, asegura Martínez.

Y los vecinos de la Asociación Vecinal La Paz ponen un ejemplo: "En la zona de Las Domingueras, que es una arteria principal, son calles de paso y las casas bajas están hechas polvo, sin asfaltar desde hace más de 50 año, por más que se ha reclamado a la Administración Pública. Al final, la gente que vive allí lo ha acabado poniendo de su propio bolsillo y lo ha mejorado"

Cansados de la estigmatización

Lo que sí es Entrevías, coinciden estos vecinos, es un barrio humilde, trabajador, de familias intentando salir adelante y que necesita apoyo de las Administraciones Públicas, más inversión, más ayudas al empelo, seguimiento de la juventud, rehabilitación de los edificios...Todas ellas reivindicaciones históricas de las asociaciones vecinales.

En general, dicen, están cansados de la estigmatización que sufre su barrio, por su pasado relacionado con la droga en los 80: "Estamos luchando por salir adelante y sabemos que nuestro barrio tiene muchas necesidades que se tienen que escuchar", dice Pérez Carazo. Y, precisamente, por eso, Martínez ve la polémica con la serie como algo positivo: "Pase lo que pase con la serie vamos a ganar, porque esto pone encima de la mesa problemas a los que las administraciones tendrán que dar respuesta y de los que se habla al calor de la ficción".

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