Desde este lunes solo es posible pagar el billete sencillo con tarjeta de crédito o de débito o con smartwatches y smartphones con tarjetas integradas en los 1.070 vehículos que conforman la flota de autobuses urbanos de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Es la única forma de pago que admitirá el bus, ya que se elimina definitivamente la posibilidad de pagar este billete sencillo con dinero en efectivo, algo que ocurre desde marzo de 2020 por la pandemia y para evitar contactos de riesgo entre conductores y usuarios. Barcelona se convierte pues en la primera ciudad española en la que se puede pagar el billete sencillo únicamente con tarjeta de crédito. 

Este paso adelante "no es un paso menor", ha indicado este lunes la presidenta de la compañía, Laia Bonet, ya que coloca a la capital catalana como una de las primeras urbes europeas en implantar el pago digital de títulos de transporte mediante lectores EMV (Europay Mastercard Visa)

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Además, "permite la agilización del servicio", porque el pago es automático desde un terminal específico que lee las tarjetas de crédito sin contacto (contactless), lo que "reduce el tiempo de espera en las paradas". De momento, esta funcionalidad puntera solamente está disponible en los autobuses. En la red de metro se estudiará su implementación a lo largo de este año y la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) también están en contacto con el resto de operadores, como Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) y Renfe, para poder ampliar la cobertura de esta modalidad de pago 100% digital enmarcada dentro del ambicioso plan de la T-Mobilitat, tarjeta que ya registra 95.000 validaciones diarias, y que permitirá poder pagar en función del recorrido que se realice y no de la corona tarifaria, como hasta ahora. Lo mismo que con el resto de autobuses interurbanos metropolitanos. El gran objetivo de TMB sigue siendo "la digitalización de todos los mecanismos de billetaje e información sobre el uso del transporte público", ha asegurado el director de la ATM, Pere Torres. 

Prueba piloto exitosa

Antes de llegar a la totalidad de la flota de autobuses, el modelo se ensayó como prueba piloto en la primavera pasada en las líneas V3 (Zona Franca-Can Caralleu) y 46 (Aeropuerto de Barcelona-Plaza Espanya). 

La prueba resultó exitosa, según TMB, y ha registrado más de medio millón de validaciones de usuarios. Cabe recordar que el billete sencillo (que cuesta 2,40 euros) supone menos del 2% de las validaciones totales de títulos de transporte, por lo que su uso es mayoritario por parte de "viajeros esporádicos", ha indicado Bonet este lunes. En los últimos meses ya era posible comprar este billete con un código QR que se mostraba en carteles dentro del autobús y que redireccionaba desde el móvil a una app.

MIQUEL TAVERNA

Sin billete físico

Ahora, los nuevos lectores EMV se ubican junto al conductor. Y una vez comprado el título, los revisores no solicitarán un título físico (que no se expide con la transacción) sino que pedirán al usuario que muestre la transacción electrónica (en la que figuran los cuatro últimos dígitos de la tarjeta con la que se ha comprado el billete) y que pueden comprobar los revisores conectándose en remoto a los registros del lector del vehículo. TMB ha invertido en la adquisición de estos nuevos dispositivos electrónicos 1,3 millones de euros. 

Las características de estos lectores no los hacen adecuados para replicarlos en la red del Metro de Barcelona, por lo que la compañía estudiará otros métodos que posibiliten su puesta en marcha en el suburbano, ha explicado Torres.