Almudena Cid está viviendo uno de los momentos más especiales en su faceta profesional con la obra Una historia de amor, pero también uno de los más controvertidos por su reciente ruptura con Christian Gálvez, un matrimonio de los más importantes en la esfera pública. 

La exgimnasta ha atendido a la prensa para hablar de su obra de teatro, que aterriza unos meses en Madrid, y no tiene reparos en confesar cómo lleva la separación con el presentador. 

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"Estoy bien", asegura. "Estoy serena, un poco agitada, pero en paz conmigo, sin querer entender más de lo que me está pasando en este momento", explica ante la cámara.

Hace unos días, Cid se abrió en canal al contar cómo está viviendo el proceso de recuperación tras su separación del presentador.

Lo hizo a través de sus redes sociales, donde, salvo una excepción, no aparecía desde el pasado noviembre. A través de un texto subido a su Instagram se remontó a la última etapa de su matrimonio, haciendo un paralelismo a una historia que contó hace tan solo dos meses ante miles de espectadores. Una historia que ella sintió que era muy real.

"Vuelvo", anunció. "Hace dos meses que me encontraba ante 6.000 espectadores amantes de la rítmica para ofrecerles un año más un cuento. Una historia. Esta vez muy real. Tan real que la viví en mi propio ser durante los ocho minutos que les dediqué. Durante años he visto cómo mis pensamientos y reflexiones al final de la gala del @euskalgym, les inspiraba para explorar de un modo diferente lo que les ocurría dentro de la rítmica. Confieso que lo hacía desde un lugar cómodo, desde la distancia y el desapego. Quizá por la experiencia o por pura elaboración", reflexionó Almudena.

Sin embargo, esta vez era distinto, por si situación personal. "Pero en esta última gala hablaba de mi propio monstruo. De mi propia realidad. Jamás pensé que el proceso que les ofrecí aquella noche para enfrentarse a sus miedos, fuera a ser el proceso que yo atravesaba en ese mismo instante. Ahora me resulta hasta mágico", relató.

"No les disfruté. Detrás de esta sonrisa se encontraba una Almu rota. Pero la historia debía ser contada. Por ellos, pero sobre todo por mí. Una historia que me repito en forma de mantra pero sin final. Porque si algo estoy aprendiendo es que el final lo elige o lo puede cambiar uno mismo. Algo en mí se rompió aquella noche para ser reconstruido y tener la oportunidad de bañar en oro lo que serán en un futuro unas bellas cicatrices. Así que en esas estoy. Pasando de la punta al talón, y del talón al relevé, pero avanzando. Tiempo. Paciencia. Vuelvo", remató la actriz.