La incansable lucha de Mariló Montero para que los fotógrafos que invadieron su intimidad durante unas vacaciones en Bora Bora ha dado sus frutos. Después de siete años de batalla, la periodista ha logrado que la Justicia le dé la razón y ha condenado a Diego Arrabal y Gustavo González a indemnizarla con 265.000 euros.

El juez encargado del caso convino que Mariló es una reputada periodista y "en absoluto debe soportar una persecución sobre su persona destinada a la captación de su imagen en momentos de su estricta esfera privada, carentes del más mínimo interés público, para comercializar con su imagen".

En la mañana de este lunes, la periodista ha aparecido en Espejo público, programa en el que colabora habitualmente, para aclarar y comentar algunos de los puntos clave de la sentencia que, además, obliga a los fotógrafos a indemnizar a la acompañante de Montero, que también fue captada por las cámaras.

Mariló Montero se pronuncia sobre la condena a Diego Arrabal y Gustavo González: "Fue humillante lo que viví"

La periodista ha defendido que ella nunca ha vendido imágenes suyas en bikini, puesto que no es el perfil que quiere mostrar. Además, ha explicado que, aunque ahora haya una sentencia, el proceso sigue abierto porque los afectados tienen derecho a recurrir.

Durante su intervención, Mariló ha apuntado que las imágenes en toples, finalmente, no salieron a la luz porque el juez aceptó las medidas cautelares, pero si no llega a hacerlo, las fotografías estarían circulando por la web. "Esto afecta a mi prestigio", ha añadido la periodista aclarando que estos aspectos forman parte de su vida privada y que, públicamente, ella es periodista en Antena 3, ha trabajado en Televisión Española y, además, colaborado con la ONU.

Por su parte, Fran Rivera ha apuntado que este tipo de situaciones provocan un daño aún mayor: los problemas psicológicos que sufren los niños. "Mi hija Cayetana llegó un momento que tenía miedo de salir de casa porque estaban los hombres de las cámaras".