El Gobierno fija por ley la aportación del 0,7% de la Renta Nacional Bruta a ayuda humanitaria a partir de 2030

José Manuel Albares, ministro de Exteriores.
José Manuel Albares, ministro de Exteriores.
EFE
José Manuel Albares, ministro de Exteriores.
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares.
Europa Press

Todas las administraciones españolas, empezando por el Gobierno central y terminando por los ayuntamientos, pero incluyendo también a las autonomías, deberán lograr que España aporte en 2030 el 0,7% de su Renta Nacional Bruta (RNB) a ayuda humanitaria y cooperación internacional. El Ejecutivo tiene previsto este año destinar 3.506 millones a ayuda humanitaria, lo que supone el 0,28%, casi un 0,4% por debajo de la cifra comprometida para dentro de ocho años. El Ejecutivo también priorizará como socio la zona del Sahel, clave para los intereses del país en materias como la seguridad, la salud o inmigración irregular.

Estas son dos de las principales novedades del anteproyecto de la nueva Ley de Cooperación que ha aprobado este martes el Consejo de Ministros. Una vez que el texto sea refrendado por segunda vez por el Ejecutivo tras recibir los informes consultivos pertinentes, pasará a tramitación parlamentaria. Cuando llegue al Boletín Oficial del Estado (BOE) lo hará para sustituir a la primera ley al respecto, que data del año 1998. 

Es por ello que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha señalado en rueda de prensa que hay un “cambio de paradigma”, ya que en la norma todavía vigente no se incluyeron documentos como la Agenda 2030 o los acuerdos de París en materia climática. Es en ese sentido donde entra la fijación por ley de que dentro de ocho años España aporte el 0,7% de su Renta Nacional Bruta a ayuda al desarrollo. 

"Es un objetivo de todas las administraciones", ha insistido el ministro, que ha señalado que este año se ha aumentado en 400 millones la ayuda al desarrollo "para paliar toda una década de retraso". No obstante, pese a esa subida, este año España destinará 3.506 millones a ayuda humanitaria -el 0,28% de su RNB-, casi un 0,4% por debajo de la cifra comprometida para 2030.

La zona del Sahel como nueva prioridad

El nuevo articulado también fija como prioritaria la ayuda al Sahel, una región del continente africano que limita al norte con el desierto del Sáhara y al sur con las sabanas y selvas del golfo de Guinea y de África Central. Así, habrá un refuerzo como región prioritaria que pasará a ser de un 10% de la ayuda oficial al desarrollo. Cabe recordar que el Sahel es una zona importante para España, ya que allí se crean y se potencian muchos de los retos a afrontar, como son la inmigración ilegal o la lucha contra el terrorismo. Las Fuerzas Armadas mantienen allí varias misiones internacionales.

No obstante, el jefe de la diplomacia española ha aclarado que dentro de las prioridades de los proyectos de cooperación se mantendrán los ya tradicionales, como por ejemplo los de América Latina.

"Esta ley hace de España un país más digno en el seno de la comunidad internacional y defiende los intereses del país. En un mundo globalizado, para garantizar los intereses de los españoles es necesario que los demás países también tengan bienestar", ha señalado Albares, que ha recordado que, "como ha dejado claro la pandemia, nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo". En este marco, ha insistido en la donación de 50 millones de dosis de la vacuna comprometidas en la actualidad por parte del Gobierno: 21 para América Latina y 23 para África.

El nuevo articulado también supondrá la creación de un Consejo Superior de Cooperación y una Conferencia Sectorial de Cooperación con el fin de mejorar la coordinación entre instituciones y entidades implicadas, y se eleva de rango la Comisión Interministerial de Cooperación, que estará compuesta por subsecretarios de los diferentes ministerios.

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