La presidenta de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Laia Bonet, ha pedido disculpas al conductor de la línea H16 de bus "injustamente acusado" hace unos días de no permitir bajar del vehículo a dos hermanas de 12 y 18 años y le ha trasladado todo su "afecto y apoyo". 

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Lo ha hecho a través de una entrevista en la web corporativa de la compañía en la que asegura que escribió un tuit que "es evidente que estaba mal expresado" y que quería poner énfasis en la necesidad de que "mujeres y niñas se sientan seguras y protegidas en el transporte público". "Iba precisamente en esta línea: reiterar el compromiso de TMB, y el mío en persona, por un transporte público seguro. Esto es lo que practican cada día los y las profesionales de esta casa", ha añadido Bonet en la entrevista.

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En su apunte de Twitter del pasado 27 de diciembre, Bonet lamentó el incidente e indicó que se había abierto una investigación para aclarar los hechos. "No permitiremos que un hecho similar vuelva a pasar en el transporte público", decía el mensaje.

La presidenta de TMB ha reiterado que la expresión del tuit "no fue acertada" y ha explicado que trasladó las disculpas personalmente al conductor, a quien se abrió una investigación que determinó que había actuado correctamente. Según ha comentado, le animó a "seguir con el buen trabajo que ha hecho que tenga una trayectoria impecable de más de 20 años en el Bus".

Bonet també ha señalado que una de las lecciones extraídas a raíz de esta polémica es que hay que "ser impecables" en la gestión y "actuar siempre con responsabilidad".

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La empresa concluyó a finales del año pasado que el conductor investigado por supuestamente no abrir las puertas a dos adolescentes unos días antes actuó correctamente. Según la investigación interna, los parámetros técnicos indicaron que abrió la puerta en la primera parada que se le solicitó.

La polémica se inició a raíz de la denuncia de una mujer en Twitter según la cual el conductor se había negado a dejar bajar a sus hijas, de 12 y 18 años. De acuerdo con su relato, al pedir parar en su casa, el conductor no abrió las puertas y tampoco en la parada siguiente. Lo hizo, según ellas, cuando la de 18 años dijo en voz alta que llamaría a su familia.