La anunciada intervención del eje que conforman las avenidas Pérez Galdós y Giorgeta, en València, cuyas obras empezarán el 3 de enero, generará dos nuevas plazas peatonales en los cruces con las calles Jesús y Cerdà i Rico. La peatonalización provisional convertirá la avenida en "un espacio más humano y amable", según ha anunciado este jueves la vicealcaldesa y responsable del Área de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, durante una visita a la zona.

Gómez detalló los objetivos de la obra a las asociaciones vecinales. Los trabajos tendrán un duración de cuatro meses y una inversión de 732.130 euros. Para facilitar la circulación, la actividad comercial y la movilidad de los vecinos del entorno, la planificación prevé una ejecución por tramos. De este modo, los trabajos comenzarán los trabajos desde el paseo de la Pechina para seguir avanzando en dirección a la calle San Vicente Mártir.

En total, se ha dividido en cuatro tramos. El primero abarca desde el paseo de la Pechina hasta las rampas del túnel; el segundo comprende los laterales del túnel; el tercero va desde el túnel hasta la calle Jesús y, el cuarto, desde esta última hasta San Vicente Mártir. Los primeros trabajos, la semana que viene, consistirán en señalización previa y preparación de materiales y casetas de obra. Después de Reyes comenzará ya la obra del primer tramo.

La vicealcaldesa ha explicado que la intervención afecta a los 2.175 metros de extensión de las dos avenidas, desde el paseo de la Pechina hasta la calle San Vicente, según informaron desde el Ayuntamiento de València. El proyecto consiste en la ampliación del espacio peatonal desde los dos hasta los cuatro metros de anchura, ganando espacio sobre la calzada, lo que dejará dos carriles de circulación más un carril bus por sentido.

"Estos nuevos espacios peatonales se marcarán con pintura de color sobre la calzada y se separarán del tráfico rodado mediante bordillos, manteniendo en todo caso el acceso a los vados y garajes", ha expuesto Gómez.

La vicealcaldesa ha detallado que los nuevos espacios peatonales se marcarán con pintura sobre la calzada, siguiendo los criterios definidos en la Guía de diseño para la transformación sostenible del espacio público de València, con lo que esta actuación "se convierte en una de las primeras experiencias de aplicación de la guía". Con esta obra, "el 45% del espacio será peatonal" en todo el eje.

Ayto. VLC

Reurbanización definitiva

Por otra parte, Gómez ha recordado que esta misma semana se ha presentado el concurso para la reurbanización definitiva, que se publicará en la Plataforma de Contratación del Estado en enero.

"De acuerdo con los plazos marcados, la previsión es que a mitad de año tengamos una propuesta ganadora, y a final de año, el proyecto redactado, para poder licitar la obra en 2023", ha manifestado la vicealcaldesa.

El contrato de redacción del proyecto básico y de ejecución y la dirección de la obra supone una inversión máxima de 652.190,00 euros. El presupuesto máximo estimado para la ejecución de las obras finales es de 11,8 millones de euros (cifra orientativa) y el plazo estimado para la ejecución de las obras definitivas es de un año y medio.

Gómez ha puesto en valor que la intervención que comienza el lunes es una "gran actuación de urbanismo táctico que permitirá impulsar una importante transformación del entorno, hasta contar con un 45% de espacio peatonal en las dos avenidas, y atenderá además una reivindicación histórica de los vecinos y vecinas de la zona".

Asimismo, ha insistido en que las obras, cuya finalización está prevista para el próximo mes de mayo, "permitirán una mejora global de la accesibilidad en toda la avenida mediante la ampliación de aceras, la ejecución de nuevos pasos de peatones, un nuevo carril bici a ambos lados de la avenida, ampliación y adecuación de paradas de bus, y la instalación de nuevo mobiliario urbano".

La novedad del carril bus-bici

La nueva planta viaria prevé para este eje urbano la habilitación de aceras más anchas, un vial ciclista compartido con el carril EMT-taxi (similar al de la Gran Vía Fernando el Católico) y nuevos pasos de peatones que permitan permeabilizar un recorrido que en la actualidad solo está concebido para el tráfico motorizado.

Así, lo que en ahora es una autopista urbana que genera molestias al vecindario en forma de ruidos y contaminación empezará a transformarse en lo que en un futuro, tras su remodelación definitiva, sea más bien un bulevar.