Son una de las parejas de amigos más ilustres de Hollywood. Todo el mundo los ve y conoce a la perfección cuando principió esa relación que lleva 25 años en lo más alto, desde que coincidieran el primer día de rodaje de Titanic, en 1997. Ellos son Kate Winslet y Leonardo DiCaprio. Sin embargo, la pandemia y sus trabajos les ha tenido separados tres años, hasta que por fin han podido volver a verse y, entonces sí, las lágrimas han brotado.

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Tanto es el cariño y admiración mutua que se tienen, refrendados en cada evento o gala de premios en la que coinciden, que les ha sucedido como a cualquier otra persona que ha tardado mucho tiempo, debido al coronavirus, en volver a verse, como ha contado la actriz en una reciente entrevista con el periódico británico The Guardian.

La actriz vive a las afueras de Londres, pero en una visita a Los Ángeles no dudó en avisar por fin a Leo y quedaron, dejando atrás un 2019 que les mantuvo alejados por trabajo y dos años en los que las restricciones y sus propios compromisos hicieron imposible que se vieran. "No podía dejar de llorar... ¡Hace media vida que lo conozco!", ha reconocido Winslet.

"No es que yo me encontrase en Nueva York o que él haya venido hasta Londres y hayamos tenido la oportunidad de cenar o tomar un café y ponernos al día. Es que no hemos podido dejar nuestros países. Como tantas y tantas amistades en todo el mundo, nos hemos echado de menos a causa del Covid-19", ha explicado la ganadora del Oscar.

Kate ha tenido tiempo, además, de recordar que durante el rodaje de la aclamada película de James Cameron llegaron dos tartas de cumpleaños. "Yo cumplí 21 años, y Leo, 22", ha recordado, al tiempo que es fácil comprobar que ella tiene ahora 46 y el actor soplaba 47 velas el pasado noviembre. "Es mi amigo, un amigo muy íntimo... Sé que estamos unidos de por vida", ha dicho Winslet.