Pipo Pescador: "Siempre creí que los Payasos de la Tele terminaron pensando de buena fe que la Canción del Auto Feo era de ellos"

  • En la primavera de 1969, subido en un taxi, Pipo Pescador escribió La Canción del Auto Nuevo.
Pipo Pescador reside actualmente en Alemania.
Pipo Pescador es el compositor de la Canción del Auto Nuevo.
E. F.
Pipo Pescador reside actualmente en Alemania.

Enrique Fischer nació en Gualeguaychú, Argentina, en 1946. Es hijo de inmigrantes alemanes. Ha sido cantautor, escritor y director de teatro. En Argentina lo llaman Pipo Pescador. En su país natal y en otros lugares de América es un referente y marcó la vida de muchos niños que ahora son padres. En la primavera de 1969, subido en un taxi, Pipo Pescador escribió La Canción del Auto Nuevo. Sí, la de “vamos de paseo, pi, pi, pi”. Ahora, pasa los días en la montaña alemana, junto al bosque de Odenwald. Quizá no todas las canciones de nuestra infancia tienen la historia que creemos. Puede que sea verdad que detrás de un payaso hay siempre un drama.

Fofito se jubila. Fofito me habló de usted. Aquí en España no sabíamos mucho sobre su trabajo.

Ninguno de los payasos de la tele me dirigió jamás la palabra. Nos hemos cruzado en pasillos de canales de televisión en Argentina y también en España y no han acusado mi presencia nunca. Hemos compartido escenarios en Argentina en grandes festivales en los setenta, con lo cual debo inferir que conocían mi cara.

Fofito se acordaba. Parece que con cariño...

Me llama la atención que Fofito le haya hablado de mí. Siempre creí que los payasos (cosa que le pasa a muchos artistas) terminaron pensando de buena fe que la Canción del Auto Feo era de ellos. En una oportunidad, fui con mi hija pequeña a un teatro en Madrid que esta por la Castellana debajo de una cascada y los vi cantar mi canción sin ni siquiera nombrarme. Ya eran los finales de estos artistas, no recuerdo bien si uno de ellos ya había fallecido.

"Me entere de que los Payasos de la Tele habían usado mi canción en España unos cuantos años después"

No fue una buena experiencia.

Cantaron sus éxitos y ahí fue mi canción mezclada con otras. Fue para mí un trago amargo y mi hija regresó llorando, enfadada conmigo porque no le dije a la gente que yo era el autor. Entonces ella tendría unos cinco años y pensaba que yo podía interrumpir el show y gritar desde la platea quién era.

¿Cuándo se enteró de que su canción triunfó en España?

En realidad, yo me entere que habían usado mi canción en España y que la habían popularizado unos cuantos años después. Para poder percibir algún derecho de autor por toda esa explotación, me tuve que arriesgar a un juicio contra SADAIC, mi sociedad de autores, que me llevó muchos años y me hizo pasar muchos momentos de incertidumbre. No sé si seré importante, pero para los payasos seguramente lo fui porque con mi canción lograron un éxito increíble.

¿Ha sentido poco reconocimiento por la Canción del Auto Nuevo?

Menos en España, donde se ha guardado como secreto de estado que la canción tiene un autor que no son los payasos, como todos creen, he recibido reconocimientos en todo el mundo de habla hispana. Una de las revistas más importantes de España -la más famosa- me hizo años atrás un reportaje con fotografías. Alquiló un auto antiguo, me mandó hasta Torralba de Calatrava, en Ciudad Real, un equipo completo. Perdimos todo un día en producirla y nunca se publicó. Muchos españoles importantes han luchado y luchan para que la gente sepa que yo soy el autor, pero no logramos difundirlo de verdad. Incluso, muchos dudan y me acusan de mentiroso.

¿En qué pensaba cuando la compuso?

Cuando compuse la Canción del Auto Feo, yo iba en realidad en un taxi a festejarle el cumpleaños de un niño que se había roto una pierna y estaba con escayola puesta. Quise hacer algo que lo incluyera, a pesar de estar inmovilizado y se me ocurrió hacerlo pasear en automóvil junto con los otros chicos y empecé la idea de lo que luego fue la canción. En este momento el Auto de Papá está vigente en Argentina en una hermosa publicidad en televisión y radio.

¿Llevar torta es realmente suficiente para que no importe viajar en un auto feo? ¿Hay una relación profunda entre las dos acciones?

La torta es en realidad la tarta de España. Yo puse eso en la canción porque en mi niñez íbamos a una granja que tenía mi madre fuera de la ciudad y ella llevaba un bizcochuelo, que era una simple tarta de huevos, azúcar y harina, que para mí era más rica que nada en el mundo.

"Mi cumpleaños se publica todos los años en el periódico más importante de Argentina, mi obra está incluida en los libros de las escuelas… En fin, me siento más que mimado"

¿Se puede asumir el hecho de haber marcado la infancia de tanta gente? ¿Hay que distanciarse de esa sensación para vivir en la vida real?

En realidad, yo no convivo siempre con esa sensación de haber marcado la infancia a tanta gente. Esos sentimientos tan grandiosos pesan mucho y dificultan la marcha. Yo transito por la vida y disfruto del homenaje constante y las distinciones que el público me hace. Mi público de entonces hoy tiene entre cuarenta y cincuenta años. En los restaurantes, a veces, no me cobran. Los taxis suelen regalarme el trayecto, en los aviones de línea argentinos me pasan a primera, mi cumpleaños se publica todos los años en el periódico más importante de Argentina, mi obra está incluida en los libros de las escuelas…. En fin, me siento más que mimado.

¿Vive usted mejor en Alemania y España que en Argentina?

Esa es una pregunta difícil de responder. En España tengo amigos maravillosos y Torralba de Calatrava me nombró hijo predilecto en un pleno del Ayuntamiento. Escribí para Torralba un libro de cuentos y un cancionero. En España me siento en casa. Alemania es mi patria vieja. Allí nació mi padre y por generaciones hacia atrás pertenezco a ese país que adoro y admiro. En Alemania nadie me conoce, pero yo reconozco mi sangre y mi cultura. Argentina es el país donde nací. Allí me formé, hice mis éxitos, nació mi hija Carmela y están las tumbas de mis padres. Eso no es poco. Argentina está en mi acento al hablar, en una manera especial de entregarme a la gente y en una actitud abierta hacia el mundo.

¿Qué tal ha pasado la pandemia?

La pandemia la he pasado en mi casa de Alemania, muy alta en la montaña, junto al bosque de Odenwald, y apenas he bajado algunas veces al pueblo de Eberbach, porque con las caminatas por el bosque fue suficiente para preservar mi salud mental. No he podido visitar a mi familia en Argentina, ni a mis amigos de España, pero gracias a la bendita tecnologia me he mantenido comunicado con todos. He recibido ya las tres vacunas. Estoy escribiendo una novela alrededor de la vida de los artistas populares, espero terminarla antes de la partida.

Pipo Pescador de paseo con su perro por los bosques alemanes.
Pipo Pescador de paseo con su perro por los bosques alemanes.
E. F.

¿Qué ha hecho durante este tiempo?

Tengo tiempo para dedicarme a mi familia. Leo muchísimo, veo películas y escucho música. He cerrado definitivamente el pasado, a punto de cumplir 76 años. He perdonado a los que me hicieron mal. Ya no hay heridas abiertas, solo algunos recuerdos y la certeza de que lo que he perdido ya no volverá. He vuelto a contactar a las personas con las cuales compartí el amor alguna vez para retomar una relación fraternal; el amor sigue pero transformado. Vivo en estado de calma.

"Dependiendo de los países, la pandemia puede equipararse a una guerra o a una catástrofe climática"

¿Cómo afectará a los niños esta experiencia? ¿Es comparable con un conflicto bélico o un desastre natural?

En otros paises peor administrados, la pandemia ha hecho estragos en la niñez. La escuela da sentido a la vida infantil. El niño siente pertenencia, se autopercibe útil, enriqueciendo su futuro con el estudio, disfruta de sus compañeros, hace programas y abandona el hogar varias horas al día, con lo que desarrolla su capacidad social y su albedrio. Cuando pierde todo eso, se transforma en una molestia en la casa, abusa de la pantalla, se aburre, recibe reproches y comparte actividades que están reservadas a los mayores. Su niñez se desdibuja; aparece la angustia. Una cosa son las vacaciones, que se esperan y se disfrutan porque terminan, y otra muy distinta es la nada misma, la ausencia de una meta clara, que ordena y tranquiliza.

Dependiendo de los paises, la pandemia puede equipararse a una guerra o a una catástrofe climática. Muere mucha gente, hay terror social; muchos niños se quedan sin padres, aumenta la pobreza, crece la marginalidad y la niñez se aleja, a veces para siempre, porque es una delicada amapola del trigal que se marchita al instante que es tocada.

¿Crecen los niños demasiado rápido?

Los niños crecen demasiado rápido. Van abandonando los años dorados, devorándoselos porque presienten que el mundo está construido para los adultos y quieren pertenecer a él. Eso es inevitable. Con mi nieto me conformo con que viva plenamente cada uno de sus años y luego… ¡A volar!

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