Sálvame no suele caracterizarse por contar las cosas con tacto o hacer bromas para todos los públicos. Y esta vez la protagonista ha sido la periodista y habitual colaboradora Cherlo García-Cortés. 

A las celebraciones por su 70º cumpleaños se ha unido una muy mala noticia tanto para ella como para su mujer Marta Roca, o eso le ha querido hacer creer el programa. Su casa en Casteldefels no cumpliría la Ley de Costas e iba a ser demolida, dejándolas a las dos en la calle.

Según el reportero Kike Calleja, el Consejo de Ministros habría aprobado una nueva Ley de Costas el pasado 15 de noviembre, y es la que afectaría directamente a la vivienda de Chelo. 

Esta casa se encontraría en zona protegida, y tendría 6 meses para abandonarla. Eso sí, le darían entre 100.000 y 120.000 euros por la expropiación. Kike Calleja ha sido el que ha comunicado la "terrible noticia" y Chelo ha respondido muy afectada.

La comunicadora, descolocada, ha negado haber recibido burofax alguno, desmintiendo la información categóricamente. "¿Esto me lo vais a soltar hoy en público? Joder", ha protestado, muy molesta. "Estoy bien, estoy tranquila. Estoy pasando el día de mi cumpleaños y no voy a hablar nada sobre ello. Las cosas se dicen cuando están contrastadas", ha añadido.

Los colaboradores no solo la han felicitado por su cumpleaños, sino que han decidido impulsar el lema Todos somos Chelo. "Si hace falta, vamos allí a encadenarnos. De casa de Chelo no nos moverán", ha añadido Kiko Matamoros con todo el apoyo del público. 

Ha sido en ese momento cuando Paz Padilla ha aprovechado para desvelar que todo había sido una broma por parte de Sálvame. Después le han mostrado su paso por el programa durante más de una década, lo que ha hecho llorar de emoción a la colaboradora, que previamente se había mostrado muy enfadada.