Da la sensación de que, ya confirmada su relación con Pete Davidson (lo que vendría a sostener la teoría tuitera de que siempre se juntan "el gracioso y la del eyeliner), Kim Kardashian está más centrada que nunca en sus negocios y en su imagen pública, desligándose poco a poco de su hasta ahora marido, Ye -anteriormente conocido como Kanye West-, y acudiendo a programas como el SNL, a fiestas o incluso bodas.

El gesto de amistad de Kim Kardashian a Paris Hilton el día de su boda

Sin embargo, todo ello no quita que no saque tiempo para el altruismo, algo que suele hacer con relativa frecuencia cuando llega a sus oídos algún tema en el que pueda ayudar con toda su fortuna (y obviando que estudia Derecho dado que está muy en contra del sistema penitenciario estadounidense). Y el último gesto que ha tenido la socialité ha sido con un equipo juvenil de fútbol femenino de Afganistán.

Aunque es de sobra sabido que las Kardashian les gusta más el baloncesto como deporte (o al menos así se entiende cómo varias han salido o salen con jugadores de la NBA), a los oídos de la empresaria llegó las jóvenes deportistas afganas, con edades entre los 13 y los 19 años, consiguieron después de mucho esfuerzo llegar hasta Pakistán huyendo del régimen que han impuesto los talibanes desde que alcanzaran el poder el pasado verano.

Desde entonces no habían conseguido disponer de las 130 plazas de avión que necesitaban, entre las jugadoras y sus familiares, para poder viajar hasta Londres y empezar allí una nueva vida. Además, el reloj corría en su contra, porque estaban a punto de expirar sus visados.

En esta situación crítica, puesto que si se acababan sus períodos de de validez en el país vecino tendrían que regresar a Afganistán -donde tendrían que enfrentarse a la sharía o ley islámica, que condena que las mujeres practiquen cualquier deporte-, la asociación estadounidense Tzedek se hizo eco de sus súplicas.

Esta asociación ya ha colaborado en alguna que otra ocasión con la celebrity, sobre todo en la idea de Kimberly de que hay que reformar completamente el código penal de Estados Unidos. Fue así como la influencer de 41 años conoció la historia del equipo de fútbol y no tardó ni una hora en poner su maquinaria a funcionar. Literalmente.

A través de su compañía SKIMS, en sesenta minutos financió todo lo que costaba reservar al completo un avión para que las futbolistas y sus familias pudiesen viajar hasta Reino Unido este mismo jueves con todos sus acompañantes. También fue importante la labor del rabino Moshe Margaretten, presidente y fundador de Tzedek, quien realizó una videollamada con Kim Kardashian para explicarle la desesperada ayuda que precisaban las jóvenes y sus familias.

Asimismo, también ha ayudado con el transporte y, una vez que están allí, con las instalaciones, Andrea Radrizzani, empresario italiano y propietario mayoritario del Leeds United de la Premier League inglesa. En nombre propio y desde el club esperan que algún día estas jugadoras puedan debutar, por méritos propios, con el equipo.