Efectivos polacos repelieron este martes con cañones de agua, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras a un grupo de migrantes concentrados en la frontera entre Bielorrusia y Polonia que buscan entrar en la Unión Europea (UE), según las imágenes difundidas por la televisión bielorrusa y la agencia estatal BELTA.
Así ha informado de ello también el Ministerio de Defensa polaco en su cuenta de Twitter, donde ha afirmado que los refugiados rompieron vallas y arrojaron piedras a los militares polacos, mientras que los efectivos polacos "respondieron con el uso de gas lacrimógeno y granadas aturdidoras" en el paso fronterizo Bruzgui-Kuznica.
También han declarado que los migrantes han sido equipados con granadas por los servicios bielorrusos y que han lanzado armas a los soldados polacos y a los oficiales.
Policía polaco herido
Los enfrentamientos se han saldado con, al menos, un policía polaco herido grave. La Policía lo ha confirmado en Twitter, al anunciar que uno de sus agentes había sido evacuado de la zona con heridas graves, después de que sufrir un impacto en la cabeza.
El Ministerio de Defensa de Polonia ha acusado a los agentes del país vecino de romper la valla fronteriza para favorecer las entradas irregulares en suelo polaco.
Una ''vía de arreglo'' a la crisis
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó este martes que en la conversación telefónica que mantuvo ayer con la canciller alemana, Angela Merkel, le propuso una vía de arreglo a la crisis migratoria.
"Acordamos con Merkel que de momento no vamos a hablar concretamente de ello. Ella pidió tiempo, una pausa, para debatir esta propuesta con los miembros de la UE", dijo el mandatario.
Lukashenko y Angela Merkel han dialogado para encontrar una vía de arreglo a la crisis migratoria en la frontera
Lukashenko afirmó que espera una segunda llamada de Merkel para seguir tratando una posible solución.
Subrayó que hoy el mayor problema es la situación de los más de 2.100 migrantes que se han concentrado junto al paso fronterizo Bruzgui-Kuznica en el lado bielorruso de la frontera con Polonia.
"El problema, como le dije a Merkel, radica en que si no salvamos a esa gente, perderemos: Bielorrusia y más todavía la Unión Europea, que no ha permitido la entrada de estos refugiados. Por eso hay que resolver de inmediato la situación de estas personas", dijo.
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