José Antonio Avilés protagonizó una de las transformaciones más impresionantes de Supervivientes. Pesaba 101 kilos antes de entrar y en los tres meses de concurso consiguió perder hasta 23. Desde entonces, ha estado cuidado su figura para no volver a su aspecto anterior.
"El cambio físico ha sido por mi salud. En Supervivientes descubrí un problema que no sabía. Tengo el hígado graso", comentó en Viva la vida el pasado domingo. Una condición que le ralentiza el metabolismo cuando supera los 90 kilos de peso. "Lo que a ti te engorda un bollito, a mí me engorda el triple", explicó a sus compañeros.
Por eso, más de un año después de su vuelta de Honduras está irreconocible. Muchos supervivientes recuperan los kilos perdidos, pero Avilés ha trabajado por conseguir no volver atrás. "También me he sometido a una operación de estómago y me he puesto un balón intragástrico".
"Yo voy al gimnasio, hago boxeo y como muy sano. Tengo una dieta muy buena, aunque aquí en directo coma chuches. El problema era que el momento en el que no controlaba y me pasaba un poquito, me fastidiaba bastante", añadió en el programa.
Así era José Antonio Avilés antes de su cambio físico 💥 #VivaLaVida455 https://t.co/GmF2tkemi4
— Viva la vida (@VivaLaVidaT5) November 14, 2021
"Estoy muy contento de mi cambio", ha confesado. También se ha sometido en los últimos meses a un injerto de pelo y un cambio de dentadura que suponen la guinda del pastel de esta transformación.
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