La pandemia ha cambiado nuestra forma de trabajar. Tras la ola inicial de teletrabajo, parece que se impone el modelo híbrido. El 40% de los españoles prefiere combinar la asistencia presencial y el teletrabajo.

Según un estudio sobre el Futuro del Trabajo elaborado por LinkedIn, un 35% de los profesionales defiende la vuelta al trabajo presencial a jornada completa, mientras que un 25% se decanta por mantener el teletrabajo. Pero más allá de preferencias, lo cierto es que son muchos los que ya trabajan en casa y en la oficina.

Las empresas se han dado cuenta de que el espacio de trabajo puede convertirse en una infraestructura que fomente una cultura híbrida resiliente, según Steelcase. Esta consultoría de espacios de trabajo se refiere a lugares que no solo promuevan una mayor colaboración entre los trabajadores presenciales y los remotos durante la jornada laboral, sino que también contribuyan a crear un sentido de pertenencia y conexión con los equipos y la propia empresa.

Esta combinación de interacciones online y presenciales "supone tener que pensar en las necesidades de las personas a medida que adoptan una nueva forma de trabajar, y en cómo deben cambiar los espacios de trabajo y la tecnología para ayudarles a hacerlo con éxito".

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Steelcase señala cinco necesidades que las personas requieren para que el trabajo híbrido funcione:

Interconexión

En una época en la que las personas trabajan desde distintos lugares, necesitan que su espacio de trabajo les ayude a crear una comunidad que fomente la cooperación y la cohesión del equipo. Las comunidades con altos niveles de confianza y compromiso permiten a los trabajadores aprender, adaptarse y demostrar su capacidad de recuperación ante las circunstancias en constante cambio.

Bienestar

La comodidad física es fundamental para los trabajadores híbridos, especialmente si pasan mucho tiempo haciendo videollamadas. El bienestar de los trabajadores se ha resentido, y necesitan lugares y experiencias que les ayuden a relajarse y reponer fuerzas a lo largo del día. También tienen que sentirse cómodos respecto a cómo está cambiando el trabajo, y cómo utilizar los nuevos tipos de espacios y las nuevas tecnologías para colaborar en equipos híbridos.

Productividad

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El trabajo híbrido requiere nuevos espacios y tecnologías para mejorar la eficiencia de los trabajadores. Las personas necesitan espacios para realizar videollamadas individuales o en pequeños grupos, ya sea en lugares cerrados o mediante una mayor privacidad acústica en su mesa. Los grupos necesitan espacios que apoyen por igual a los participantes que están en la oficina y a los que están a distancia, donde todos puedan ver y ser vistos, oír y ser escuchados.

Seguridad

La seguridad física sigue siendo fundamental. La calidad del aire es un aspecto que preocupa especialmente a las personas. De hecho, un 62 % de los participantes en un reciente estudio de McKinsey aseguró que la mejora de la filtración del aire podría disminuir la ansiedad que les produce volver a su lugar de trabajo. Y la seguridad psicológica. Los trabajadores deben saber que está bien hablar, compartir ideas, hacer preguntas y cometer errores durante este proceso de transición, sin importar dónde trabajen y sin que haya consecuencias.

Control

Tras una crisis que ha cambiado la forma de trabajar, los trabajadores quieren una mayor certidumbre. Desean tener más opciones y control sobre aspectos como dónde trabajan dentro de la oficina, cuándo trabajan en la oficina o en casa o cómo trabajan, solos o con sus compañeros