La providencial actuación de dos vecinas del barrio del Zaidín, en Granada, salvó la vida a un perro pastor alemán que estuvo cerca de morir ahorcado por su propia correa.

Tal y como recoge el diario Ideal, los hechos ocurrieron cuando el perro se precipitó desde el balcón del primer piso de un edificio a la altura del número 1 de la avenida de Dílar, quedando colgado por la correa.

El perro, que estaba solo en casa, empezaba a asfixiarse cuando dos mujeres del barrio decidieron encaramarse a la verja y sostener la parte trasera del perro, para evitar que se produjera el ahorcamiento.

Mientras, los bomberos de Granada fueron avisados y se personaron en el lugar de los hechos un vehículo de mando y uno de altura. El oficial Juan Jesús Barquero y el bombero Santiago Millán intervinieron de inmediato. 

"Estas mujeres son realmente las que lo salvaron. Si no llega a ser por ellas, probablemente al perro le hubiera pasado lo peor", dijo Barquero, que se encaramó a donde estaban las mujeres para sostener al perro. El bombero, entonces, escaló hasta donde estaba el pastor alemán y pudo cogerlo e introducirlo de nuevo en la vivienda.

Tras solventar el peligro, los bomberos explicaron lo ocurrido: "Había un sofá y, detrás, la ventana, que estaba abierta. El animal se subiría al sofá y, por lo que sea, se asomó, tras lo que se precipitó hacia abajo".

En declaraciones a Ideal, los bomberos, que confirmaron que en la casa había otro can, explicaron que no había indicios de maltrato: "Los perros están en muy buenas condiciones, tenían su comida y su agua, y, además, se veían muy limpios y bien educados. El piso estaba también limpio y muy ordenado".

"El único detalle era que el propietario lo tenía atado dentro de casa, en el salón, pero con una cadena muy larga, de cuatro o cinco metros", añadieron. "La Policía indagó para conocer al dueño de los perros. Si hubiéramos observado que está maltratado, hubiéramos actuado, pero no fue el caso", zanjaron los bomberos.