A los perros les iba a salvar un dron, aunque al final no ha hecho falta. Pero los drones están siendo uno de los protagonistas (en la parte positiva) de la erupción del volcán de la isla canaria de La Palma. Estos pájaros mecánicos nos están dando fabulosas imágenes del avance de la colada y hasta del propio cráter.

Lo cierto es que nos hemos ido acostumbrando a los drones, que en realidad se llaman Remotely Piloted Aircraft (RPA) o vehículos aéreos no tripulados (UAS, por sus siglas en inglés). Salvamento, rescate, medioambiente, deporte, agricultura, eventos, reparto… los drones tienen cada vez más aplicaciones. Tanto, que ser piloto de drones es ya una profesión y, lo que más nos importa aquí, con cada vez más demanda.

El 31 de diciembre de 2020 entró en vigor la nueva Normativa Europea de UAS/drones

Se trata de una profesión en pleno crecimiento y sin embargo uno de los principales problemas de ser piloto de drones es el desconocimiento que hay sobre esta profesión. De hecho el 52% de los jóvenes españoles señalan que no saben que tienen que estudiar para poder ser piloto de drones, aunque un tercio de ellos sí que se plantea la profesión.

El dato es de la encuesta realizada por European Flyers, un centro de formación de vuelo, entre más de 2.000 jóvenes entre 15 y 20 años. La profesión despierta más interés entre los hombres (38,63%) que entre las mujeres (24,13%). Pero ni unos ni otros saben mucho de sus salidas laborales. El 76% desconoce que ser piloto de drones tiene un amplio abanico de salidas.

En 2014 se estableció la primera normativa en España sobre el uso de drones. En aquel había 109 pilotos y 166 aeronaves registradas. El crecimiento ha sido exponencial y en 2020 había 6.903 pilotos y 7.990 aparatos.

Hay que tener una formación mínima, que acredita la AESA, a través de una formación telemática y gratuita

El 31 de diciembre de 2020 entró en vigor la nueva Normativa Europea de UAS/drones, de modo que los drones de uso recreativo están ya obligados a habilitarse a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Además, hay que tener una formación mínima, que es la acredita la propian AESA con los certificados A1 y A3. La propia agencia procura la formación, que es telemática y gratuita.

Cada vez más aplicaciones

Los drones se emplean ahora de forma habituales en numerosas actividades: agricultura, ganadería, vigilancia o toma de imágenes para cine o televisión. Pero la lista de oportunidades, o sea, de salidas profesionales, crece día a día: vigilancia, salvamento marítimo y terrestre, grabación de imágenes para producciones audiovisuales, estudios científicos, mediciones, etc.

Hay quienes prefieren complementarlo con otras profesiones como por ejemplo, la de piloto de aviación. De hecho, un 43,5% de los jóvenes españoles encuestados que han respondido que sí que han contemplado ser piloto de drones, también se han planteado ejercer la carrera de piloto de aviación.

Los próximos 26, 27 y 28 de octubre tendrá lugar en IFEMA (Madrid) la cita de referencia para el sector de la aviación y drones, Expodrónica.